La presión del comercio electrónico, la exigencia de los consumidores, la globalización de las cadenas de suministro y los criterios de sostenibilidad han puesto en primer plano la necesidad de transformar operaciones que durante décadas funcionaron con procesos manuales, intensivos en trabajo y de bajo margen.
En el centro de este cambio aparecen los operadores logísticos, los almacenes y la intralogística, que buscan reinventarse gracias a tecnologías disruptivas. Y aquí entra en juego la inteligencia artificial aportando mejoras en eficiencia, trazabilidad y rapidez.
Para los operadores logísticos, la digitalización ya no es una opción, sino un requisito para competir en un mercado cada vez más exigente con las entregas rápidas, la visibilidad en tiempo real y también la sostenibilidad. Las empresas que cuentan con recursos sólidos han apostado por sistemas integrados de gestión, automatización y analítica avanzada, mientras que operadores medianos y pequeños avanzan a través de proyectos piloto que validan la viabilidad de nuevas tecnologías antes de escalarlas a gran escala.
La inteligencia artificial es la herramienta más prometedora en este escenario, con un movimiento tan constante. Sus aplicaciones abarcan la optimización de rutas, la predicción de la demanda, la gestión inteligente del espacio en almacenes y el mantenimiento predictivo de flotas. La capacidad de analizar grandes volúmenes de datos y ofrecer decisiones en tiempo real convierte a la IA en un aliado estratégico. Sin embargo, los desafíos son importantes: integración con sistemas heredados, interoperabilidad entre plataformas, seguridad en los datos y también la necesidad de un cambio que permita a las organizaciones adoptar y aprovechar estas soluciones.
Un ejemplo de esta transición es DSV Solutions, que ha desarrollado en Guadalajara un almacén robotizado especializado en el sector farmacéutico. Esta instalación funciona con un sistema AutoStore que maximiza la densidad de almacenamiento y garantiza un picking eficiente. La innovación tecnológica se combina con el estricto cumplimiento normativo de un sector sensible. Beatriz Navaza, Quality Assurance Specialist, Healthcare Quality Lead & Auditor de DSV, señala a Diario del Puerto Publicaciones que “estas certificaciones son el reflejo del compromiso de DSV con la excelencia en la logística farmacéutica. La obtención del Certificado de Buenas Prácticas de Distribución y la autorización como Laboratorio Fabricante nos permite seguir ofreciendo un servicio de máxima calidad”.
La experiencia de Across Logistics muestra otro enfoque en el mismo sector. La compañía ha convertido la certificación como Operador Económico Autorizado (OEA) en un pilar estratégico de su desarrollo. Tal y como afirma Nieves Ferrer, su responsable de aduanas, “el OEA no es un simple aval técnico, sino la piedra angular de nuestra propuesta de valor, que obliga a integrar la digitalización en todos los departamentos”. Esta visión evidencia que el proceso de transformación digital no se limita a mejorar la eficiencia interna, sino que constituye un factor diferenciador que otorga credibilidad frente a clientes internacionales y facilita las operaciones en mercados cada vez más exigentes.
Estos casos ilustran un punto clave: los operadores logísticos que avanzan en su transformación digital lo hacen no solo para ganar eficiencia, sino también para consolidar su reputación y reforzar la confianza en un contexto donde el cumplimiento normativo y la sostenibilidad son tan relevantes como la rapidez en la entrega.
EN DESTACADO
Nieves Ferrer
Responsable de aduanas de Across Logistics
“El OEA no es un simple aval técnico, sino la piedra angular de nuestra propuesta de valor, que obliga a integrar la digitalización en todos los departamentos”
Beatriz Navaza
Quality Assurance Specialist, Healthcare Quality Lead & Auditor de DSV
“La obtención del Certificado de Buenas Prácticas de Distribución y la autorización como Laboratorio Fabricante nos permite seguir ofreciendo un servicio de máxima calidad”
Kenia Saldaña
Responsable de sostenibilidad Ecco Freight
“Seguimos reforzando nuestro compromiso, generando una conciencia con el entorno entre los clientes y proveedores”
Los desafíos
El camino hacia la digitalización está marcado por retos de gran envergadura. La inversión tecnológica es quizá el más evidente: sistemas de automatización, robótica e inteligencia artificial exigen recursos considerables y largos plazos de amortización. Para operadores medianos, justificar estas inversiones supone un ejercicio de equilibrio, lo que ha llevado a muchos a implementar estrategias escalables basadas en proyectos piloto.
La ciberseguridad aparece como un requisito transversal. La digitalización amplía la superficie de exposición a ciberataques, y un incidente puede comprometer no solo la operativa diaria, sino también la confianza de clientes y autoridades. A ello se suma la falta de talento especializado, ya que el sector necesita perfiles capaces de trabajar con analítica avanzada, programación de robots o gestión de datos en tiempo real.
En los próximos años se espera que los operadores consoliden plataformas digitales completas, que permitan ver en tiempo real lo que ocurre y coordinar mejor el transporte y el almacenamiento. La inteligencia artificial será clave para anticiparse a la demanda y ajustar las operaciones de forma rápida y flexible.
Los almacenes son el lugar donde se hace visible la digitalización de los operadores. La intralogística, es decir, la gestión de materiales y pedidos dentro del almacén, vive un cambio profundo impulsado por el comercio electrónico y la creciente variedad de productos. Ya no basta con almacenar: hay que hacerlo rápido, sin errores y con capacidad para absorber picos de demanda. Por eso han surgido los almacenes inteligentes, con robots móviles, sistemas automáticos y herramientas como gafas de realidad aumentada o visión artificial.
Diferentes apuestas
DSV y Across Logistics representan dos formas de materializar esta integración. En el caso de DSV, la tecnología aplicada a sectores regulados como el farmacéutico demuestra que la automatización y la inteligencia artificial no solo generan eficiencia, sino también confianza en mercados donde el cumplimiento normativo es innegociable. Across, por su parte, muestra que las certificaciones como el OEA, cuando se integran en plataformas digitales de gestión, permiten agilizar trámites aduaneros y garantizar transparencia a lo largo de la cadena. Ambos casos reflejan que la tecnología por sí sola no basta: debe alinearse con la regulación, el cumplimiento y la confianza que exige un sector globalizado.
A esta visión se suma EccoFreight, que ha convertido la sostenibilidad en un punto estratégico que va de la mano de la digitalización. La compañía se ha fijado como meta ampliar su comunidad internacional de forwarding sostenible, EccoNetwork, hasta alcanzar el centenar de países miembros. Como afirma su responsable de sostenibilidad, Kenia Saldaña, la innovación tecnológica va de la mano con compromisos ambientales como proyectos de reforestación, colaboraciones con ONG, objetivos alineados con los ODS y la compensación íntegra de su huella de carbono. Este enfoque demuestra que la logística puede crecer de forma global sin renunciar a la responsabilidad climática, y que las plataformas digitales son la palanca para coordinar ambos objetivos.
La integración entre operadores, almacenes e inteligencia artificial también abre la puerta a una logística más centrada en el cliente. Las plataformas digitales permiten ofrecer visibilidad total de la cadena, desde el origen de la mercancía hasta la entrega final, con notificaciones en tiempo real y capacidad para reaccionar ante incidencias. Los sistemas de IA aportan un componente prescriptivo: no se limitan a mostrar datos, sino que sugieren acciones concretas, como desviar una ruta por congestión, reordenar inventario ante un pico inesperado o activar planes de contingencia ante una interrupción en origen.
Todos a una
Pese a estos desafíos, la dirección es clara. Los operadores que sepan integrar tecnología, sostenibilidad y confianza regulatoria serán los que marquen el paso en un mercado cada vez más competitivo. Los ejemplos de DSV, Across Logistics y EccoFreight muestran que no se trata de elegir entre eficiencia, cumplimiento o responsabilidad ambiental, sino de encontrar fórmulas que integren estas tres dimensiones con ayuda de la digitalización.
En este sentido, la logística del futuro será menos una cuestión de capacidad instalada y más una cuestión de inteligencia aplicada. La ventaja competitiva no estará solo en tener más almacenes o más flotas, sino en contar con sistemas capaces de predecir, coordinar y decidir en tiempo real. La inteligencia artificial, junto con la innovación en intralogística y la expansión de redes internacionales sostenibles, redefine las reglas del juego. La clave de esta transformación no va a ser únicamente incorporar tecnología, sino hacerlo con visión estratégica y buscando la especialización. La velocidad de crecimiento a la que va el sector tecnológico, de la mano del logístico, transformaran el ecosistema y la forma de trabajar, provocando cambios en las empresas, y haciendo que los que no se adapten queden rezagados en un mercado global cada vez más exigente.