La aparición del Covid-19 ha supuesto a la sociedad española un cambio total de paradigma en el futuro de las industrias. Para el transporte y la logística, actividades prioritarias e imprescindibles para cualquier economía, especialmente en España, donde el sector aporta el 8% del PIB, la crisis del coronavirus ha impactado de forma muy relevante.
Durante los primeros meses de la pandemia, la actividad logística en España se redujo prácticamente a la mitad (-52%), con especial acusación en las industrias del sector textil, cuya actividad cayó un 82%.
No obstante, este descenso en la logística y transporte del sector textil se vio compensado en cierta manera por el incremento de las compras online de alimentación (pasta, arroces, lácteos, conservas y congelados) y productos de limpieza. Esto supuso además un incremento del 20% en la distribución urbana de mercancías durante el primer periodo Covid-19.
Para afrontar la grave caída en la actividad logística, una gran parte de estas empresas y operadores logísticos han adaptado sus recursos y modelos de negocio a la nueva realidad, buscando la eficiencia.
Algunas empresas, como las compañías especializadas en logística de alimentación, han mantenido, e incluso incrementado, su actividad, mientras que otras han reducido su actividad a la mitad o incluso han desaparecido.
Para el sector de la logística del frío y el transporte bajo temperatura controlada, la situación en un contexto de crisis motivada por el Covid-19 es, en general, “positiva”. Así la define Marcos Badenes, secretario general de Aldefe, a Diario del Puerto.
No obstante, explica el experto en logística del frío, este sector se ha visto afectado en distinto grado dependiendo del punto de vista del transporte frigorífico de servicio público. Por un lado, explica Badenes, aquellos operadores logísticos que dan servicio a supermercados, cadenas de distribución e hipermercados, se han visto sometidos a un régimen de trabajo tan intensivo que, no sólo no han disminuido su actividad en todos los parámetros, sino que la han incrementado de facto.
Por otro lado, aquellos operadores logísticos que por sus características daban servicio prioritario al canal Horeca, el cierre de instalaciones debido a las medidas de restricción impuestas por el Gobierno para frenar la expansión del virus, han sufrido una disminución “apabullante” en su actividad.
Para este segundo tipo de operadores, especifica el secretario general de Aldefe, la negociación de plazos de pago, la obtención de liquidez y la lucha para completar los ingresos ha sido clave durante estos meses para permitir su continuidad en el mercado.
Aprendiendo a funcionar
Prácticamente desde el principio de la declaración del estado de alarma, el transporte de mercancías y la logística fueron declarados “actividad esencial”. Esto supuso “una salvaguarda” de la función crítica del sector logístico dentro de la cadena de suministro, asegura Badenes, “pero que afectó claramente al funcionamiento de las instalaciones, con grandes tensiones en la cadena de suministro, dificultades para gestionar el personal y la exigencia de una puesta al día a toda velocidad en materia de prevención contra el Covid-19”.
La consecuencia de esta situación, concluye el secretario general de Aldefe, “es que, en estos aspectos, se ha aprendido a trabajar mucho más, con menos medios y con mucha más precaución”.
Durante la pandemia, explica la Asociación, la gran mayoría de almacenes frigoríficos no han encontrado problemas para realizar su actividad. Las únicas barreras a las que los operadores logísticos tuvieron que hacer frente fueron las relacionadas con inspecciones sanitarias para comprobar que se habían activado los protocolos específicos sobre seguridad e higiene en el trabajo, “dado que se ha tenido que operar por ser un servicio esencial”.
En este caso, la principal dificultad fue la obtención de EPIs, que resultó crítica en el 31,8% de los casos; el cobro a clientes con aplazamientos y negociaciones, en el 18,18% de los casos y, específicamente, hubo un 15,9% de problemas en aquellas instalaciones frigoríficas que dan servicio al canal Horeca “cerrados de forma repentina y total”.
El sector de la logística de alimentación debe afrontar a día de hoy retos nunca antes vividos. Foto I.Peña. El almacenamiento frigorífico, al 85% durante el estado de alarmaEl incremento de la demanda de la logística del frío durante el estado de alarma quedó muy bien reflejado en los almacenes de los operadores logísticos. En base a datos ofrecidos por Aldefe, el almacenamiento medio de productos frescos durante este periodo llegó a ser del 85% de la capacidad total.Esta ocupación, explica la Asociación, está justificada por un doble fenómeno. Por un lado, la gran rotación de productos y, por consiguiente, su entrada y almacenaje para la distribución de alimentos a la industria que da servicio a las cadenas de alimentación. Y, por otro lado, por la acumulación de productos del canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) que no solo no dieron salida a los productos, sino que, además, tuvieron que almacenar aquellos que ya habían encargado antes de la entrada en vigor del estado de alarma.En cifras, detalla Aldefe: “Siendo una media de todo el país una ocupación del 85%, no es menos cierto que en las grandes zonas de concentración de población como Madrid, Barcelona o Valencia las ocupaciones han sido superiores. Así pues, con el 100% o más de ocupación tenemos un 30,7% del volumen total; con el 90% de ocupación, el 23,07%; con el 80% de ocupación, un 34,60%; y, por último, con un 70% de ocupación o algo inferior, un 11,53%”.
Desde el inicio de la declaración del estado de alarma, el transporte de mercancías y la logística fueron declarados actividad esencial. Costes cuadruplicadosLa distribución logística de los productos refrigerados tiene un coste doble o incluso cuádruple en el caso de congelados que la distribución de productos secos. Como consecuencia, señala un informe de CBRE, las empresas buscan caminos eficientes de distribución a través de logística propia o a través de terceros.Muchos productos alimenticios requieren de un control y mantenimiento continuo de la mercancía a una temperatura determinada durante todo el trayecto de transporte. Es aquí, señalan los expertos, donde se encuentran las mayores dificultades para la venta, distribución y transporte de la mercancía a temperatura controlada.Este tipo de transporte exige una adecuación de la flota de distribución y de las instalaciones de los puntos intermedios por los que pasa la mercancía para asegurar que, en todo momento, los productos se mantengan en frío. Esto encarece la logística del producto transportado en torno al 3% y exige una importante inversión y optimización de la cadena logística.Todo esto se suma a que las normativas son cada vez más estrictas, exigiendo a los transportistas mantener la mercancía a una misma temperatura desde la recolección, el almacenamiento, el transporte y la entrega final.