Por citar un ejemplo, el cambio climático ha propiciado que los operadores de transporte tomen medidas concretas y urgentes para tratar de reducir su huella de carbono. En el caso del transporte de contenedores reefer se está tratando de incidir tanto en su consumo eléctrico como en la procedencia de la fuente de alimentación.
Este objetivo no sólo implica el desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas al transporte y al consumo de energía (en forma de equipos más eficientes y sostenibles), sino que también requiere actuaciones en almacenes logísticos, puertos, etc. que precisan de grandes inversiones y, por encima de todo, una visión a largo plazo que permita el desarrollo de este tipo de acciones.
La sociedad en general, los consumidores finales, son actualmente mucho más exigentes con la calidad del producto. La cantidad de información existente y el temor al contagio de enfermedades y plagas, han provocado que un eslabón de la cadena tan sensible e importante como es el del transporte y la distribución tenga que extremar precauciones y dotarse de todo tipo de instrumentos para garantizar la trazabilidad, el mantenimiento de la temperatura y una manipulación absolutamente limpia y cuidadosa. También los nuevos sistemas de envase y embalaje, que cada vez huyen más de los sistemas tradicionales en los que se utiliza el plástico, están siendo descartados y siguen revolucionando el transporte.
Controles aduaneros
Estos tres simples ejemplos son sólo una pequeña parte de los nuevos retos a los que se enfrenta el transporte de productos perecederos. Pero hay muchos otros que siguen condicionando el día a día de la logística refrigerada. Es el caso de los diferejtes criterios existentes en Europa con los controles fitosanitarios o las barreras arancelarias impuestas en determinados países.
Asimismo, también aflora como un asunto que preocupa especialmente la escasez, cada vez más llamativa, de contenedores reefer en condiciones para poder frente al incremento de la demanda.
Finalmente, por lo que respecta al producto refrigerado, también vive una coyuntura compleja marcada por el incremento de la población y del consumo y las limitaciones obvias que tiene la producción en el mundo. Los expertos coinciden al señalar que el futuro pasa por una campaña de sensibilización a nivel mundial para optimizar el consumo de alimentos, minimizando los desperdicios.
Como aseguró al directora de Cool Logistics, “es necesario canalizar las inversiones hacia la eficiencia, en todos sus sentidos y la transparencia”.
Cool Logistics, con presencia de representantes del sector de una veintena de países, ha condensado todos estos asuntos en su edición de Valencia que hoy llegará a su fin.
Han asistido al evento profesionales del transporte en frío de una veintena de países.