MADRID. Desde 2021, la Plataforma ha ido sumando miembros y ya son 30 asociaciones, que conjuntamente representan a más de 348.700 empresas de toda la cadena de valor de los combustibles renovables, desde multinacionales a micropymes y autónomos, y sostienen más de 5,9 millones de puestos de trabajo, más del 25% del total de ocupados en España.
La Plataforma, entre cuyos fundadores está Astic (Asociación del Transporte Internacional por Carretera), nació con el objetivo de defender y potenciar el uso de los combustibles renovables en una transición energética segura, ágil, accesible y competitiva. Además, la Plataforma reivindica la oportunidad de España de convertirse en un hub de producción de combustibles renovables, reforzando su autonomía estratégica.
Esta es una de las principales conclusiones del informe “Combustibles Renovables. Una vía eficaz para la descarbonización del transporte”, elaborado por la consultora NTT Data donde se expone el potencial de reducción de emisiones de los combustibles renovables –800.000 toneladas de CO2 se evitan por cada 1% adicional en las mezclas–, así como para la dinamización de las economías rurales, la circularidad, la autonomía estratégica y la seguridad de suministro a nivel nacional.
Este documento se presentó públicamente, hace ahora un año, y en una ronda de contactos al conjunto de las Administraciones, de forma destacada, a Presidencia del Gobierno, al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; y a los gobiernos autonómicos de Asturias, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia y Murcia.
La interlocución con las Administraciones públicas es uno de los principios rectores de la Plataforma para los Combustibles Renovables, que suscribió el “Manifiesto por la sostenibilidad y seguridad energética españolas y europeas”, precisamente con el objetivo de reforzar el diálogo con el sector público para avanzar en una transición energética segura, ágil, accesible y que ponga a las personas en el centro.
Entre las principales reclamaciones de la Plataforma destacan adoptar el principio de neutralidad tecnológica para incluir a los combustibles renovables en la senda de descarbonización de todos los modos de transporte (también por carretera) e impulsar una transposición ágil de la RED III, actualmente en consulta pública; así como la necesidad de definir una fiscalidad diferenciada que estimule el consumo de combustibles renovables como solución de descarbonización eficiente del transporte, como ya ocurre en otros países de nuestro entorno, como Francia.
En el marco de este diálogo constante, la Plataforma presentó también el manifiesto “Ecocombustibles: la energía de un país”, por el que se solicitaba a los partidos políticos una apuesta por los combustibles renovables en el diseño del sistema energético español y la consecución del objetivo de neutralidad de emisiones en 2050. Una solicitud que se ha mantenido constante y se ha extendido a la preparación del PNIEC y tras el nombramiento de Sara Aagesen como ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.