La recuperación después del confinamiento tan intenso del año pasado ha sido más rápida e intensa de lo esperado para el sector del acero. Según Alfonso Hidalgo de Calcerrada García, director Estudios Económicos de la Asociación de las Empresas Productoras de Acero y de Productos de Primera Transformación del Acero de España (UNESID), se han tenido que recomponer unos inventarios que habían quedado muy disminuidos y, en algunos aspectos, se ha recuperado o se está cerca del nivel de 2019, previo a la pandemia.
¿Cómo están respondiendo las importaciones y exportaciones en estos momentos?
Las exportaciones de la primera mitad del año superan lógicamente a las del pasado, y todavía quedan ligeramente por debajo de las de 2019. Se nota la mejor situación de nuestro entorno, porque sí superan el nivel previo a la pandemia las destinadas a la Unión Europea, mientras que las que van a terceros países caen un 19% con respecto a 2019. Las importaciones están prácticamente a la altura previa a la pandemia, pero al revés que en el caso anterior crecen un 15% las que vienen de fuera de la Unión Europea y caen un 8% las comunitarias.
¿Qué previsiones tienen de cara a final de 2021?
Probablemente veamos una estabilización alrededor de la actividad actual, moderando la velocidad de crecimiento.
¿Qué retos presenta el 2022 para el sector?
Lo más importante es consolidar un régimen de crucero como el alcanzado ahora. Es necesario para poder financiar el otro gran reto, para el año que viene y para el largo plazo: avanzar en la descarbonización y cumplir los objetivos marcados, que son muy ambiciosos. Con la I+D adecuada se podrá desarrollar la tecnología, pero necesitamos inversiones elevadísimas para conseguirlo.
¿Qué problemáticas preocupan actualmente al sector?
El precio de la energía eléctrica, que ha sido un problema durante los últimos años, se ha extremado con la subida de los últimos meses. Es la señal de que la transición energética e industrial, un camino que han adoptado los fabricantes de acero en concordancia con la sociedad, va a ser un proceso muy complejo. De hecho, el principal de los próximos años.
Desde el punto logístico, ¿qué mejoras considera necesarias para aumentar la competitividad de su sector?
Nuestro sector y toda la industria llevan tiempo solicitando el aumento de la masa máxima de los camiones a 44 toneladas como ocurre en la mayor parte de la Unión Europea. Con la escasez de conductores esta mejora es aún más necesaria. La siderurgia además está demandando más posibilidades de transporte multimodal. Si los operadores encuentran la posibilidad de aumentar su oferta combinada de carretera y ferrocarril, nacional e internacional, estoy seguro de que aumentarán sus operaciones siderúrgicas.
¿Qué demandas tienen para las administraciones?
De cara a la transición ecológica, que reconozcan los esfuerzos hechos por las empresas españolas y equilibren las normas para que los fabricantes de fuera de la Unión Europea estén a nuestra altura en cuanto a contaminación y control de las emisiones. En el campo de la logística y en relación con la pregunta anterior, el cambio de reglamentación que aumente la masa máxima de los camiones. Y estimular el desarrollo del ferrocarril, por supuesto con inversiones pero también con cambios regulatorios y organizativos que hagan este medio más flexible y competitivo.
Con la I+D adecuada se podrá desarrollar la tecnología, pero necesitamos inversiones elevadísimas para conseguirlo
EL DATO
Más exportaciónLas exportaciones del sector metalúrgico hasta junio superan las registradas en 2020, aunque quedan ligeramente por debajo de las de 2019. Eso sí: las destinadas a la Unión Europea superan el nivel previo a la pandemia, mientras que las que van a terceros países caen un 19% con respecto a 2019. Por su parte, las importaciones crecen un 15% las de fuera de la UE y caen un 8%, las comunitarias.