MADRID. México y Brasil sono los países que encabezan las inversiones de España en América Latina. Antonio Arranz, CEO de DHL Express México, ha puesto el foco en la evolución de las cadenas de suministro a raíz de la pandemia, los conflictos geopolíticos y los cuellos de botella como el Canal de Suez. “Las compañías aprendieron que no se puede depender solo de China. México se ha convertido en una localización privilegiada”, ha señalado, destacando su cercanía a EE. UU. y su población joven de más de 130 millones de personas.
DHL Express entrega en 47.000 códigos postales en México, lo que demuestra la capilaridad y alcance de su red. “El reto es simplificar los procesos logísticos. Una vez superado el primer envío, todo se vuelve más fácil, pero necesitamos políticas que apoyen este proceso”, ha afirmado Arranz.
Esther Rodríguez, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha aportado la perspectiva financiera multilateral. “El BID es la mayor fuente de financiación de América Latina y trabajamos con gobiernos, empresas y emprendedores”, afirma. Por ello, Rodríguez advierte que además de resiliencia, la región necesita dinamismo. “La creación de empleo, la conectividad y la integración comercial son aún deficientes en muchos países. Debemos mejorar las infraestructuras y atraer más inversión global”. No obstante, celebra el crecimiento en sectores como maquinaria, electrónica y alimentación.
El BID trabaja con herramientas de financiación, asistencia técnica y promoción de inversiones, poniendo el foco en proyectos sostenibles que generen desarrollo económico y social. El avance en la integración, como el acuerdo Mercosur, ha sido el gran mencionado como un paso decisivo hacia una mayor convergencia económica.
En esta línea, una mesa redonda con los principales ponentes ha permitido profundizar en temas estratégicos, de lo que se ha destacado que en 2024 las inversiones procedentes de LATAM en España han crecido un 104 %, y que España se ha consolidado como el segundo destino más atractivo para estas inversiones, después de EE. UU.
Por otro lado, es importante prestar atención a los obstáculos que persisten: altos costes logísticos, la asimetría normativa, los impactos del cambio climático y deficiencias en infraestructuras. La necesidad de más inversión regional y coordinación global ha sido una de las conclusiones compartidas.