VALENCIA. Logifruit ha cerrado 2024 con un crecimiento del 7% en su volumen de ventas, hasta los 163 millones. Un balance positivo de un ejercicio que ha estado marcado también por dos hitos clave: la apertura de su nueva plataforma en Almeirim (Portugal) y las consecuencias del impacto de la DANA de Valencia.
De esta manera, la compañía, que cuenta con el reconocimiento internacional por su apuesta por un modelo de logística sostenible, vuelve a cerrar un año importante, en el que Logifruit ha gestionado más de 374 millones de movimientos de sus envases reutilizables, y ha dado servicio a 1.098 clientes en España y en otros siete países.
Un éxito posible gracias a la labor de su plantilla, que este ejercicio ha seguido creciendo hasta alcanzar las 1.458 personas, consolidando el empleo estable como una de sus señas de identidad.
Pedro Ballester, CEO de Logifruit, resume así el balance del año: “2024 ha sido un ejercicio intenso, marcado por importantes desafíos y avances significativos. La apertura de Almeirim y la consolidación de nuestro modelo circular refuerzan nuestra apuesta por una logística eficiente, responsable y comprometida con las personas y el entorno. Destaco especialmente la implicación del equipo a lo largo del año, especialmente en el último trimestre. Gracias a ese compromiso y a la unión demostrada, logramos superar uno de los mayores retos de los últimos tiempos”.
Asimismo, dentro de su apuesta por una mejora continua en todos los aspectos de la organización, la empresa destinó 34 millones de euros a inversiones orientadas a reforzar su capacidad operativa, incluyendo tanto procesos de automatización como la renovación y ampliación de activos clave para su modelo logístico.
El objetivo de esta importante inyección por parte de Logifruit ha sido el de reforzar su modelo de logística sostenible, basado en la proximidad al cliente, la innovación y la mejora continua.
Para dar servicio a estos clientes la empresa cuenta con 20 millones de envases, que una vez finalizan su recorrido son reinyectados en la fabricación de nuevos envases. Unos envases que cuando lleguen al fin de su vida útil se convertirán de nuevo en materia prima para otros nuevos de forma que se cierre el círculo de su modelo de economía circular.