madrid. Si lo habitual es que la logística apenas ocupe lugar en los programas políticos de las elecciones generales, de cara a las elecciones europeas del próximo domingo 9 de junio esta situación empeora aún más si cabe, y todo ello pese a la cantidad de cuestiones en materia logística de hondo calado en las que Europa tiene la última palabra.
Las nulas o en el mejor de los casos testimoniales menciones al transporte en los programas electorales de los partidos españoles contrasta con la inacabable lista de frentes abiertos que Europa tiene en marcha en materia logística y de alto impacto, ante los que sería bueno conocer la posición de los partidos políticos, si bien entre sus compromisos no parece que haya respuesta.
Sólo con los temas de descarbonización y el paquete Fit for 55 en curso habría debate para largo pues los horizontes de emisiones fijados por la UE obligan a reconversiones de flotas en todos los modos, a redefinir la DUM y a medidas transitorias de hondo impacto como los ETS marítimo y terrestre.
Ahora bien, otras muchas cuestiones que están viniendo de Europa condicionan nuestra logística, tanto desde el punto de vista de las redes transeuropeas y las conexiones transfronterizas, como desde el punto de vista de las normativas de digitalización y lo relacionado con las ayudas y subvenciones, pues no olvidemos el reto de dar continuidad a los Fondos NextGeneration.
Y esto sin olvidar, por ejemplo, la radical reforma del Código Aduanero en curso, asunto, como el resto, de gran trascendencia y que nuestros partidos también ignoran.
Pese a no haber estado nunca entre las prioridades de los representantes españoles en las instituciones europeas, a lo largo de los años el sector logístico español siempre ha contado en el ámbito político con aliados especialmente sensibles en la defensa de sus demandas.
Más allá de Loyola de Palacio y su papel en la Comisión Europea como comisaria de Transportes y vicepresidenta, en lo que respecta al Parlamento Europeo, varios han sido los europarlamentarios que en estos últimos 20 años se han destacado como interlocutores del sector logístico y defensores del interés general en este campo.
Especialmente recordados en este ámbito son Inés Ayala (PSOE) y Luis de Grandes (PP), quienes dejaron el Europarlamento en 2019. Tomó el testigo en los últimos años como referente europarlamentario para el sector logístico la eurodiputada peneuvista Izaskun Bilbao, que hay que destacar que no concurre finalmente a estas elecciones como candidata, lo mismo que la socialista Isabel García Muñoz, quien asumió la tramitación en la Comisión de Transportes de la reforma de masas y dimensiones en el transporte por carretera. En el mismo caso está también la exsecretaria general de Infraestructuras y eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez Piñeiro.
Con todas estas “bajas”, la nueva legislatura arrancará en Europa con un primer objetivo para el sector logístico: definir de nuevo en el Parlamento Europeo a sus diputados preferenciales para canalizar la interlocución.
Tal vez el programa electoral del PSOE para la cita europea sea el más detallado de todos los partidos, si bien las referencias logísticas son mínimas.
Destaca en primer lugar la apuesta ferroviaria. “Es crucial apoyar medios de transporte más sostenibles como el ferrocarril, promover e invertir en intermodalidad para facilitar la movilidad puerta a puerta y apostar por el desarrollo de los corredores europeos como el Corredor Atlántico y el Mediterráneo como principales ejes de movilidad para pasajeros y mercancías”, se afirma en el programa.
En segundo lugar, se recoge que en el PSOE están “comprometidos con la mejora de la calidad de los servicios y las condiciones de trabajo de los trabajadores y trabajadoras del transporte”, de tal forma que se entiende “fundamental que la transición a una movilidad más sostenible y digital venga de la mano de formación y reciclaje profesional en las nuevas oportunidades que abren las tecnologías más limpias en el ámbito del transporte”.
En materia de sostenibilidad, se defiende que “las y los socialistas trabajaremos para actualizar las directivas de energías renovables y eficiencia energética para ampliar el marco temporal más allá de 2030”.
En este contexto el PSOE anuncia que “revisaremos la legislación europea sobre calidad del aire para que las Zonas de Bajas Emisiones incluyan de modo explícito la obligación de los Estados de incluir sanciones por incumplimiento”.
Para terminar de consignar las escasas referencias logísticas del programa del PSOE, hay que destacar dos menciones a los puertos, pero desde el punto de vista de ser susceptibles focos de conflicto. Por un lado se se defiende “la cooperación entre los puertos europeos para reducir eficazmente el flujo de narcóticos y mercancías ilícitas hacia Europa, así como con los países de origen, tránsito y destino del narcotráfico”. Por otro lado, se defiende en el Programa “avanzar en la constitución de una verdadera unión aduanera, y no solo arancelaria, para evitar la entrada abusiva de productos que no cumplen las condiciones en los puertos de los Estados miembros”.
Bajo el título de “Igualdad, libertad y futuro”, el Partido Popular ha transformado su programa electoral para las Elecciones Europeas 2024 en un críptico manifiesto de seis páginas, centrado en la defensa del europeísmo para reivindicar que Europa es un proyecto de libertad.
Con ese enfoque, no ha lugar a plantear propuestas concretas, pues el PP centra sus mensajes en los principios, que los estructura en cuatro desafíos: el desafío democrático, el desafío social, el desafío económico y el desafío geoestratégico.
Por aproximación, en materia económica, el PP defiende “reformas sólidas” y apoyarse en el mercado común para “ser capaces de proteger la inversión productiva, de fomentar la creación de empresas y de hacer política industrial en condiciones de igualdad, con reglas justas y claras para todos los Estados miembros”.
En materia geoestratégica, el PP, que tiene como cabeza de lista a Dolors Monserrat, defiende apuntalar un orden internacional basado en reglas y evitar que se deshagan los logros comerciales de la globalización”, de tal forma que propone fortalecer la presencia de la UE en el Norte de África y que Europa sea “capaz de competir, negociar y acordar asuntos de la agenda global con China”.
Como resumen, el PP lo que propone como apuesta más destacada es “una Europa al servicio de los europeos, o lo que es lo mismo, una Europa de las pequeñas cosas”, se asegura en su manifiesto, si bien sin precisión alguna.
El resultado de este enfoque es que no hay una sola mención del PP en su manifiesto al transporte ni a las infraestructuras, cuando sí se mencionan otros sectores económicos prioritarios al asegurarse que el PP, “se compromete igualmente a potenciar los servicios sanitarios, mejorar las políticas educativas, facilitar el acceso a la vivienda y combatir la discriminación en toda la Unión Europea”.
De forma indirecta el PP sí hace referencia a uno de los problemas más graves que aqueja a diversas actividades logísticas, la falta de personal, subrayando el impacto en la economía de la pérdida de jóvenes.
CEUS es la coalición integrada por PNV y Coalición Canaria con la que estos partidos concurren a las Elecciones Europeas. En su programa, destacan las medidas en materia de transporte por carretera, sector con el que se muestran especialmente sensibles. Así, se quiere promover “el impulso de un modelo integrado e inteligente de movilidad que propicie el uso más eficiente de todos los modos de transporte, resuelva las necesidades de movilidad del primero al último kilómetro y permita elegir las opciones de transportes de personas y mercancías sobre la base del coste, las emisiones y el tiempo disponible. También se quiere promover “la ejecución para dotar a la red básica de las redes transeuropeas de 100.000 estacionamientos seguros para el transporte de mercancías por carretera e implantación del mecanismo de clasificación por niveles de equipamiento y seguridad”.
Se quiere además “el cumplimiento de las previsiones del paquete de movilidad para evitar el dumping en el transporte por carretera y aplicar de manera homogénea en toda la Unión las condiciones de acceso a la profesión de transportista”. Otras medidas son “apoyar al sector, y especialmente a las pymes y autónomos, en los procesos de descarbonización de la flota y digitalización; y ejecutar en plazo y con criterios objetivos la revisión del cumplimiento de la reducción de emisiones de camiones para corregir en tiempo y forma posibles desviaciones”.
De cara a las Elecciones Europeas, Vox mantiene su habitual estrategia de traducir sus compromisos electorales en un resumido documento de diez puntos en el que se prima el discurso ideológico por encima de explicitar medidas concretas.
En cualquier caso, por su impacto director en el sector logístico, destaca el compromiso de VOX de cara a esta cita electoral de “derogar el Pacto Verde Europeo y combatir la Agenda 2030. Según VOX “el consenso entre socialistas y populares para avanzar en una agenda ecologista radical ha resultado nefasto para nuestro campo, nuestra industria, el empleo y la soberanía energética y alimentaria de España”.
Por estas razones VOX propone “revertir todas y cada una de las normas del Pacto Verde y la Agenda 2030”, se asegura desde este partido político, que tiene como cabeza de lista a Jorge Buxade.
Otras propuestas destacadas de VOX son las relacionadas con el proteccionismo económico y el establecimiento de barreras a la importación.
Con Estrella Galán como cabeza de lista, SUMAR propone aumentar del 55% al 65% la reducción de emisiones previstas para 2030, sentando las bases para adelantar una década, de 2050 a 2040, la descarbonización completa de la economía europea.
En materia estrictamente logística, SUMAR se compromete a “una inversión decidida en infraestructuras ferroviarias para crear una red de ferrocarril paneuropea y electrificada antes de 2030 que sea la columna vertebral de una unión de infraestructuras europeas y que ofrezca la posibilidad de rutas transnacionales modernas y asequibles, tanto para el transporte de pasajeros como para el transporte de mercancías”.
A la hora de precisar el alcance logístico de esta red, SUMAR se limita a señalar que “en esta red de ferrocarril paneuropea el tren cama nocturno debe jugar un papel clave para reorientar desplazamientos que hoy se producen por vía aérea”. SUMAR “también defenderá una ejecución acelerada de las obras del Corredor Mediterráneo”.