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Los costes logísticos son un factor clave para la competitividad del sector del automóvil

La escasez de microchips y los bajos niveles de demanda derivados de la crisis económica por la pandemia están siendo dos factores que están condicionando el ritmo de recuperación del mercado del automóvil y de la producción de vehículos. Con todo, el sector sigue en niveles inferiores a los de 2019, explica José López-Tafall, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).

  • Última actualización
    15 diciembre 2021 10:58

¿Cómo se han comportado los niveles de actividad este año?

A pesar de que este año la industria no ha tenido que paralizar su actividad durante cerca dos meses, como sucedió durante 2020, todavía nos situamos en niveles inferiores a los registrados en 2019, previos a la pandemia, con una caída del 33% en las matriculaciones de turismos nuevos hasta octubre y con un retroceso del 25% en la producción de vehículos hasta septiembre.

¿En qué niveles se encuentran las importaciones y exportaciones en estos momentos?

El ritmo de los mercados en Europa está teniendo mejor recuperación que el mercado nacional que todavía sigue siendo muy lento. De todos modos, la demanda de vehículos “made in Spain” procedente de Europa se ha reducido un 27% en el mes de septiembre debido a que destacados mercados como Francia, Alemania, Reino Unido o Italia han caído en los últimos meses y su baja demanda está siendo un factor fundamental para marcar la caída acumulada de 20% de las exportaciones hasta el mes de septiembre en comparación con 2019.

¿Qué previsiones tienen de cara a final de 2021?

Las previsiones indican que el ajuste entre la producción de microchips y la demanda procedente desde el sector de la automoción no se va a ver recuperado hasta finales del segundo semestre de 2022. Por lo que va a determinar el ritmo de producción de nuestras fábricas con cifras similares a las alcanzadas en 2020. De igual modo, la exportación tendrá un ritmo similar pero que puede variar en función de la evolución de la demanda por parte de los mercados en Europa en el último trimestre del año.

¿Qué problemáticas preocupan actualmente al sector?

El sector se encuentra en pleno proceso de transformación hacia la nueva industria de la movilidad. Es un proceso que va a requerir tiempo, inversión y la colaboración público-privada para que los fundamentales que han hecho de la industria de la automoción un referente se mantenga y seguir siendo competitivos en el futuro. Tenemos en el PERTE y en los fondos europeos una oportunidad para acometer esta transformación, pero es necesario que se establezcan de una manera ágil, rápida y eficiente las herramientas que permitan acceder a estos fondos y poner en marcha, de inmediato, los proyectos asociados a la nueva movilidad. España tiene una oportunidad única que no debemos desaprovechar.

Por otra parte, nos enfrentamos a una crisis energética, donde la escasez de materias primas, como es el caso de los microchips, el incremento de precio de otras materias básicas como metales férreos y no férreos, materiales poliméricos o productos químicos como el acero o el petróleo o el encarecimiento de los precios de la electricidad están siendo factores determinantes que afectan tanto a la producción y coste final de producto como a la recuperación del sector de la automoción tras el parón provocado por la pandemia.

Tenemos que cuidar los factores de competitividad internos como son los costes logísticos o el coste de la energía para compensar estos problemas externos y que no afecten a la competitividad de nuestras fábricas.

¿Se han recuperado las empresas de los efectos de la pandemia?

La pandemia ha producido un fuerte impacto tanto en el ámbito económico como social. Esto va a conllevar que tardemos todavía un tiempo en recuperar el ritmo que se había marcado previo a la pandemia.

El sector de la automoción es un indicador adelantado de la evolución de nuestra economía. Hasta el mes de octubre, las matriculaciones de vehículos nuevos han caído un 33% en comparación con el mismo periodo de 2019. La economía, al igual que las empresas, están en un proceso de recuperación que probablemente se alargue hasta 2023.

Desde el punto logístico, ¿qué mejoras considera necesarias para aumentar la competitividad de su sector?

Los costes logísticos son un factor clave para la competitividad del sector, al suponer casi el 10% del coste de fabricación de un vehículo. En este contexto, además, nos encontramos en un momento de grandes retos como consecuencia de los desequilibrios logísticos que encarecen y dificultan el transporte. Por ello, más que nunca, es de gran importancia impulsar acciones que estén encaminadas a la mejora de la calidad del servicio y la eficiencia logística.

En este sentido, entendemos muy necesario mejorar las infraestructuras para avanzar en la conectividad entre modos de transporte siendo especialmente importante la conexión ferrocarril-puerto. Además, debe impulsarse el aumento de capacidad del transporte terrestre y ferroviario para hacerlo más competitivo y, a su vez, acorde con las exigencias medioambientales del transporte. Asimismo, es de gran relevancia la adaptabilidad del transporte a las fluctuaciones de la producción y el mercado, algo que se ha puesto de manifiesto en las dificultades sufridas por el sector durante la pandemia, siendo un elemento muy positivo y un esfuerzo muy bien valorado por los fabricantes. Por último, cabría señalar la necesaria digitalización del transporte y la adaptación de las infraestructuras logísticas los vehículos con nuevas propulsiones.

¿Qué demandas tienen para las administraciones?

Es necesario que desde la Administración pública se consolide un mensaje de apoyo a la sociedad hacia la transición al vehículo electrificado, con medidas que aceleren su entrada como pueden ser ayudas a la compra de eléctricos e híbridos enchufables, bonificaciones fiscales y un mayor despliegue de una red de recarga de acceso público

La automoción española ha demostrado tener el potencial suficiente para afrontar los retos del pasado, pero ahora es momento de acometer la transformación industrial que nos permita seguir cumpliendo con los objetivos de descarbonización y digitalización y, para ello, la colaboración público-privada es una herramienta fundamental.

“El ritmo de los mercados en Europa está teniendo mejor recuperación que el mercado nacional que todavía sigue siendo muy lento”

EL DATO

-20%La demanda de vehículos “made in Spain” procedente de Europa se ha reducido un 27% en el mes de septiembre. La baja demanda de Francia, Alemania, Reino Unido o Italia está siendo un factor fundamental para marcar la caída acumulada de 20% de las exportaciones hasta el mes de septiembre en comparación con 2019.