El rediseño de las cadenas de suministro a nivel global y local y la definición del modelo logístico en el ámbito urbano, en cuanto a nuevas necesidades de consumo y requerimientos medioambientales a medida que el modelo logístico evoluciona, son los principales retos que Ramón García, director general del Centro Español de Logística (CEL), destaca para los cargadores, con el fin de conseguir una mayor resiliencia y competitividad.
Tras la pandemia y en una tendencia hacia la recuperación, ¿cuál diría que es la situación actual de las empresas cargadoras?
Las empresas cargadoras se están recuperando, tanto a nivel interno como de comercio exterior, aunque no se alcanzan los niveles previos al COVID. Además, están trabajando en el contexto de un fuerte crecimiento del comercio electrónico.
Las empresas del sector también muestran preocupación por la pérdida de competitividad y dificultades para poder llevar a cabo una adecuada planificación de las operaciones logísticas y de transporte derivada del entorno VUCA en que nos encontramos en el que tienen que enfrentar el aumento del coste de los fletes, coste de la electricidad, falta de algunos suministros, etc.
En este sentido, ¿cuál ha sido el impulso del sector?
Un factor que ha impulsado el crecimiento en las actividades logísticas es el comercio electrónico, propulsado por el cierre de comercios y las medidas sanitarias durante el confinamiento. Adicionalmente, se ha visto impulsado por el incremento en la digitalización de multitud de procesos que hasta ahora no se habían cuestionado y, como resultado, se ha ganado en eficiencia, accesibilidad y transparencia, también por la aparición de nuevos players apoyados en las nuevas tecnologías.
¿Qué queda pendiente para consolidar esta recuperación?
Evidentemente la recuperación económica ayudará, así como la mayor productividad de las operaciones, por ejemplo, a través de la digitalización muchos procesos internos y en las relaciones con proveedores y clientes.
Entre las empresas cargadoras, ¿qué sectores han tenido más actividad? ¿Y menos?
En el lado positivo: bienes de equipo, alimentación y bebidas y productos químicos
En el contrario, un sector que ha tenido una menor actividad de la esperada ha sido automoción debido, fundamentalmente, a los problemas de abastecimiento de los semiconductores y a los efectos de la crisis económica derivada de la pandemia.
¿Qué previsiones tiene el sector de cara a finalizar el 2021?
Las actividades de almacenamiento y transporte están creciendo este año en términos interanuales en torno al 13%, un valor que se sitúa por encima del PIB, motivado, entre otros factores, por el comercio electrónico y el comercio internacional. Probablemente continúe esta tendencia durante el resto del año.
¿Cuáles diría que son los retos del sector a corto, medio o largo plazo?
A nivel estructural esta situación nos ha hecho reflexionar sobre todo en dos ejes que debemos ir empezando a plantear soluciones, siendo el primero, la necesidad del rediseño de las cadenas de suministro a nivel global y local para dar respuesta de una manera más resiliente a posibles nuevas disrupciones; y, el segundo, definir en el ámbito urbano cómo ha de seguir evolucionando el modelo logístico para dar respuestas a los nuevos hábitos de consumo y requerimientos ambientales, siendo el objetivo contar con un nuevo modelo de ciudad que esté adaptada a la actividad logística que en ellas se desempeña.
En cuanto a los retos trasversales, cada uno de ellos cuenta con diferentes horizontes temporales porque alguno requerirá un tiempo de desarrollo mayor: conseguir una logística ágil, resiliente y predictiva, a través de la automatización y digitalización; disponer de infraestructuras adecuadas para el transporte intermodal en el ámbito urbano e interurbano; conseguir una logística y transporte sostenibles; o la colaboración entre empresas y administraciones, son ejemplos de retos que requieren ya atención y trabajo.
¿Cuáles son las preocupaciones que trasladan o trasladarían a la administración pública?
Apuntaría el impulso a la transformación digital del sector, así como el desarrollo de infraestructuras que permitan un transporte más eficiente, colaborativo y sostenible.
¿Cuál es la línea estratégica que sigue la entidad de cara a los próximos meses?
Estamos desarrollando distintos proyectos que tienen por objeto desarrollar capacidades relacionadas con la digitalización y la logística 4.0, fundamentalmente, a través de la formación. Este año inauguramos el Gamelabsnet Madrid en nuestra sede de Coslada, para la incorporación y promoción del uso las tecnologías inmersivas y la gamificación a la actividad logística y de transporte (gemelos digitales, cursos formativos, etc.) con el que esperamos ampliar nuestra oferta formativa, incluyendo las prácticas virtualizadas. Asimismo, lanzamos la primera edición del máster en Transformación Digital y un curso de Machine Learning.
“Las empresas cargadoras se están recuperando, tanto a nivel interno como de comercio exterior, aunque no se alcanzan los niveles previos al COVID”