Preguntado por cuáles han sido para él los momentos más importantes en ATEIA Valencia, Luis Rosa, presidente de la entidad hasta finales de verano, destaca cuatro.
El primer momento sería la puesta en marcha de la formación profesionalizada de la mano de la Fundación Valenciaport. “A través de la Fundación se hicieron muchísimas cosas, era la primera vez que en el sector existía una formación más o menos reglada. Gracias a Ana Rumbeu se impulsó la oferta. Fue un hito importante para ATEIA Valencia porque se puso en el foco de toda España. Nos miraban desde Barcelona, Algeciras, Madrid... Otro que nos ayudaba en la formación era Pepe Muñoz (destaco su nombre, pero había otros inspectores que ayudaban)”.
El segundo fue el Congreso de Alacat en Valencia. “Fue un evento enorme. Vinieron mil transitarios de todo el mundo, se hizo en la feria y la repercusión que tuvo posteriormente fue mucha”. El tercero, sigue, cuando los transitarios entraron en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia con voz y voto (ahora solo participan como invitados). Y el cuarto, todo el proceso de integración con los aduaneros en el reconocimiento de la figura del autorizado. “El contacto con el Colegio de Agentes de Aduanas y alcanzar una normalización fue importante. La relación con el Colegio era y es muy buena”, subraya.