COPENHAGEN. Esta adquisición estratégica, según explican desde la compañía, beneficiará a sus clientes al ofrecer logística internacional, nacional y transfronteriza personalizada a las capacidades logísticas terrestres de Maersk en América del Norte para distribución empresa a empresa (B2B) y de empresa a consumidor (B2C).
Maersk, prosiguen, trabaja constantemente en paralelo a la cadena de suministro global para acelerar las soluciones para los clientes que respaldan sus ambiciones comerciales estratégicas. De este modo, con Pilot-A Maersk Company, Maersk amplía sus ofertas de extremo a extremo más concretamente para sus clientes de América del Norte, ofreciendo así una importante escala de infraestructura en la cadena de suministro. De hecho, la compañía ofrecerá a los clientes aproximadamente 150 instalaciones en EE. UU., incluidos centros de distribución, centros y estaciones.
“Nuestros clientes nos buscan para acelerar la velocidad de su cadena de suministro, eliminar obstáculos y mejorar constantemente su modelo de negocio omnicanal de extremo a extremo para alcanzar sus objetivos de crecimiento financiero. La experiencia de Pilot y la infraestructura existente nos permiten lograr estos objetivos al crear cadenas de suministro más ágiles para servir a los clientes de la manera en que quieren ser atendidos”, explica Narin Phol, director general regional de Maersk North America.
El precio de la transacción de 1.680 millones de USD equivale a un valor empresarial de 1.800 millones de USD después de los pasivos por arrendamiento de la NIIF-16.