MADRID. “La logística de productos perecederos es compleja”, afirman en el mercado. En consecuencia, el e-commerce de productos frescos aún evoluciona a un ritmo inferior al de otros sectores, pero ya está generando transformaciones en Mercamadrid. Grandes operadores digitales se aprovisionan directamente en el recinto, y empiezan a surgir proyectos piloto de distribución de última milla. Un ejemplo es el programa piloto del Mercado Central de Pescados, que ha impulsado una ruta unificada de distribución hacia pescaderías y supermercados de Madrid. Gracias a la mutualización logística, se reduce el número de vehículos, se optimizan trayectos y se emplean furgonetas frigoríficas 100% eléctricas. Esta experiencia demuestra el potencial de modelos colaborativos que combinan eficiencia, sostenibilidad y calidad en la entrega.
En esta línea, la trazabilidad y seguridad alimentaria es un pilar en Mercamadrid. Además de los profesionales propios de las empresas, el recinto cuenta con el Servicio Oficial de Inspección Veterinaria de Madrid Salud, responsable del control oficial de alimentos. Este organismo supervisa que las instalaciones y procesos cumplan con la normativa vigente, garantizando así la salud pública y reforzando la confianza del consumidor.
La trazabilidad es cada vez más exigida por clientes y administraciones, y Mercamadrid se posiciona como un entorno en el que la calidad, la profesionalización y el cumplimiento normativo se integran en la operativa diaria.