El paro total de la actividad "supondría un shock total sobre la economía real y una mayor destrucción de puestos de trabajo", tal y como advierte el presidente de la patronal, Salvador Navarro. Además, impediría el "correcto funcionamiento de la actividad de los sectores esenciales, básicos para hacer frente a la crisis sanitaria".
Mientras sea posible y, por supuesto, priorizando la salud, "deben evitarse medidas más restrictivas para que la recuperación posterior sea más rápida, la vuelta a la actividad más temprana, y esto repercuta de forma directa y positiva sobre la liquidez, la solvencia y el empleo", afirma Navarro.
Frente al cierre total, la CEV insiste en la necesidad de actuar con responsabilidad y acatar todos los protocolos dictados desde la Administración, al tiempo que reclama que se facilite el suministro de EPIs a todas las empresas que mantengan la actividad, para que éstas puedan cumplir con las medidas de protección y seguridad.
Por último, la CEV aplaude la responsabilidad mostrada por parte de las empresas, trabajadores y ciudadanos desde el inicio de la crisis, llama a que se mantenga esa actitud el tiempo que se prolongue el estado de alarma, y vuelve a ponerse a disposición del sector público para aportar información y criterio en cuanto a las necesidades del tejido empresarial y la más eficiente y eficaz instrumentalización de las ayudas.