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Nuestra línea estratégica es única y está encaminada a lograr un transporte eficiente y sostenible

La recuperación tras la crisis sanitaria está siendo desigual para las empresas cargadoras, puesto que abarcan diferentes sectores de actividad. Así lo señala Nuria Lacaci Vázquez, secretaria general de la Asociación de Cargadores de España (ACE). No obstante, el aumento de la demanda de electrodomésticos y tecnología y el auge del e-commerce se configuran como los pilares sobre los que el sector de los cargadores está cimentando su recuperación.

  • Última actualización
    15 diciembre 2021 10:53

Tras la pandemia y con la tendencia hacia la recuperación en marcha, ¿cuál diría que es la situación actual de las empresas cargadoras?

Las empresas cargadoras abarcan múltiples sectores de actividad, tanto productivos como de la gran distribución y, dependiendo del sector, el impacto ha sido diferente y también lo está siendo la recuperación.

Los productos de construcción, la tecnología, la química o el textil están teniendo una rápida recuperación que los sitúa ya en valores por encima de los años previos a la pandemia. No sucede lo mismo con aquellos cargadores que fabrican o distribuyen para el canal Horeca que, debido a las restricciones y al mantenimiento del teletrabajo, está todavía funcionando a medio gas.  Aunque ahora se ha ralentizado mucho, en el segundo semestre de 2020 y en el primer trimestre de 2021, la exportación de vehículos ha sido clave.

En este sentido, ¿cuál ha sido el sector que ha impulsado a los logísticos?

El impulso ha venido de la mano del incremento de la demanda de bienes y servicios. El mayor tiempo que pasamos los ciudadanos en los hogares ha hecho que se disparen las obras de rehabilitación y reforma que tiran de los productos de construcción, que se demande un cambio de mobiliario y exista una mayor adquisición de electrodomésticos y tecnología.

Para muchas de estas necesidades, el consumidor se ha volcado en el e-commerce, que ha tenido un crecimiento exponencial que se prevé continúe siendo de dos dígitos en los próximos años.

Y no hay que olvidar las propias estrategias empresariales que están haciendo de la necesidad virtud a través de un aumento en la exportación, algo que es bien conocido porque ya ayudó a la salida de la crisis de 2009.

¿Qué queda pendiente para consolidar esta recuperación?

Que mejore el escenario del transporte. En relación al transporte por carretera, debe aprobarse y desarrollarse el “Plan Impulsa” que permita disponer de transporte de mayor capacidad y eficiencia.

La situación del transporte marítimo es insostenible, con fletes en valores imposibles, congestiones en puertos y falta de equipos en el mercado.

En cuanto al transporte aéreo es necesario que se reactiven los vuelos de pasaje para conseguir suficiente espacio de carga.

Con este escenario y en un momento de gran incremento de la demanda, los cargadores nos encontramos con grandes dificultades para gestionar un transporte competitivo y eficiente que apuntale la recuperación.

Entre las empresas cargadoras, ¿qué sectores han tenido más actividad? ¿Y menos?

La mayor actividad corresponde a las empresas vinculadas a las obras de rehabilitación o reforma, como los fabricantes de productos de construcción, mobiliario y gama blanca.

Los que han tenido menos actividad son aquellos sectores dependientes del Horeca, ligado al ocio y el turismo que no acaban de despegar.

¿Qué previsiones tiene el sector de cara a finalizar el 2021?

Las previsiones tienen sus luces y sus sombras. La demanda de bienes tanto en los canales B2B como B2C se presenta con buenas perspectivas. A nivel de consumo, no olvidemos que viene ahora la temporada alta con el Black Friday y la Navidad.

Las sombras las proyecta la incertidumbre sobre si el escenario actual del mercado del transporte (capacidad, fletes, falta de conductores, etc.) nos permitirá gestionar de aquí a final de año una cadena de transporte eficiente y competitiva que dé respuesta al aumento de la demanda.

¿Cuáles diría que son los retos del sector a corto, medio o largo plazo?

A corto plazo y aprovechando el incremento de actividad del transporte, se debe acometer la ampliación de la capacidad de los vehículos.

También es necesario tomar medidas para paliar la alarmante escasez de conductores.

Por otra parte, respecto al transporte marítimo se deben adoptar lo antes posible políticas europeas que garanticen la libre competencia para reequilibrar un mercado que está muy cerca de ser un oligopolio.

A medio plazo, el reto consiste en lograr que toda la cadena de transporte esté digitalizada.

A largo plazo ya se ha marcado la senda de la descarbonización sobre la que, como sector, debemos seguir trabajando.

“En un momento de gran incremento de la demanda, los cargadores nos encontramos con grandes dificultades para gestionar un transporte competitivo y eficiente que apuntale la recuperación”

¿Cuáles son las preocupaciones que trasladan o trasladarían a la Administración?

En el ámbito terrestre, la Administración debe ser consciente de que es necesario aprovechar este momento de incremento de actividad del transporte para acometer el cambio normativo hacia las 44 toneladas. La demanda de transporte está aumentando de manera importante, lo que facilitaría que el nuevo equilibrio se alcanzara en un corto plazo.

También se debe agilizar la autorización del DUO, como configuración que contribuye a una importante reducción de emisiones, que puede oscilar entre el 20% - 30% por viaje.

Por supuesto, nos preocupa también el sistema de tarificación viaria y de qué manera se va trasladar esta fiscalidad al cargador. El impacto que tendrá esta medida en el precio final de los productos, recomienda explorar la posibilidad de establecer bien una exención total o bien bonificaciones al transporte (como el sistema de gasóleo profesional).

En el transporte marítimo, la situación del mercado precisa de una intervención de la Unión Europea, que debe venir impulsada desde las administraciones de los Estados Miembros y esto es algo que ya hemos trasladado a nuestros representantes en el Ministerio de Transportes y en la CNMC.

¿Cuál es la línea estratégica que sigue ACE de cara a los próximos meses?

Nuestra línea estratégica es única y está permanentemente encaminada a lograr un transporte eficiente y sostenible. Con este objetivo tenemos en marcha varios proyectos en áreas clave relacionadas con la digitalización y la descarbonización.

En el ámbito de la digitalización del transporte de mercancías, participamos, junto con otras asociaciones y empresas, en un grupo para impulsar el uso del documento electrónico de transporte, convencidos de las innumerables ventajas que aporta términos de eficiencia operativa y ahorro de costes y que, lamentablemente, no está teniendo el desarrollo esperado.

También participamos en el proyecto SIMPLE apoyando al equipo de proyecto en la definición de casos de uso en los que varios flujos de cargadores de ACE sirvan para testear la plataforma.

Respecto a la obligada descarbonización, queremos implantar un sistema para compartir rutas y vehículos entre cargadores, que se consolide en flujos recurrentes y viajes de export/Import, así como cerrando circuitos con vehículos de alta capacidad (Megas y DUOs) o vehículos con energías alternativas. De esta manera esperamos reducir los desplazamientos en vacío y ahorrar emisiones.