El pasado mes de mayo finalizó el periodo de reevaluación de las autorizaciones aduaneras, un largo proceso en el que fueron evaluadas las autorizaciones concedidas previamente a la entrada en vigor del Código Aduanero de la Unión (CAU). En el caso de las empresas autorizadas como Operador Económico Autorizado (OEA), dada la complejidad y los exigentes requisitos de la autorización, estas reevaluaciones han supuesto un gran esfuerzo y la aplicación de importantes recursos tanto para los operadores como para el Departamento de Aduanas de la AEAT. Este trabajo, que de alguna forma ha supuesto una carga extra de estrés para el sector, ha finalizado dejando un balance positivo y varias lecciones que, desde nuestro punto de vista, pueden ser valiosas para afrontar el futuro próximo.
Durante los 10 últimos años, desde el departamento de Servicios OEA de Taric, hemos sido testigos directos de la progresiva implantación de esta autorización y el trabajo llevado a cabo por los operadores para conseguir cumplir con los requisitos en cada periodo. En esta ocasión, el proceso de reevaluación ha supuesto un estímulo para reorganizar y actualizar una gran parte de los sistemas de las empresas autorizadas con el fin de pasar con éxito la evaluación de los criterios OEA definidos en el CAU.
En la actualidad España cuenta aproximadamente con un total de 755 autorizaciones OEA. Tras diez años se han revocado o suspendido en torno a 140 autorizaciones, es decir, un 18% del total. Teniendo en cuenta la media europea y los motivos habituales de estas suspensiones (a menudo solicitadas por los propios operadores como medida preventiva ante algún cambio en su coyuntura) estos datos no pueden considerarse negativos. De hecho, desde nuestro punto de vista como interlocutores y asesores de cientos de operadores OEA, podemos afirmar que el OEA en España “goza de buena salud”.
Sin embargo, tras este proceso de reevaluación y el desgaste que ha generado, hemos detectado en un considerable número de operadores cierto desconcierto en cuanto a los beneficios directos que les ofrece la autorización OEA. Estas dudas, agudizadas quizás por la carga de trabajo “extra” que ha supuesto para muchas empresas la reevaluación, son parte de las conclusiones que podemos extraer de este periodo, dudas lógicas y que identifican elementos a mejorar.
Actualmente la inmensa mayoría de los operadores involucrados en el tráfico internacional de mercancías asume que ser OEA es indispensable para competir en la cadena de suministro internacional, especialmente en cuanto a imagen comercial y competencia. Sin embargo, hemos encontrado empresas que, al no percibir ventajas en su operativa diaria, ponen en duda la eficacia de la autorización y demandan más agilidad y una mayor coordinación entre administraciones para poder acceder a ciertos beneficios asociados al OEA.
Paralelamente a esto, y siempre según nuestra experiencia tras acompañar a decenas de empresas OEA en este proceso de reevaluación, podemos constatar que la Autorización y los exigentes requisitos que implica, han aportado a muchos operadores un mayor control de los riesgos en sus operaciones logísticas, lo que ha aportado una mejora en su capacidad de respuesta y eficacia. La obligación de contar con una serie de procedimientos que reflejen su metodología de trabajo ha supuesto para muchas empresas una mejora en su calidad de servicio independientemente de su papel en la cadena logística.
Otro aspecto positivo que consideramos fruto de las reevaluaciones OEA es el aumento de la visibilidad de los departamentos de Aduanas y/o Logística de las empresas. Podría decirse que, gracias al exigente nivel de seguridad del OEA, estos departamentos han ganado peso en la actividad logística de muchos operadores, consolidándose como elementos estratégicos de su operativa diaria.
La función de la autorización OEA, la de aportar homogeneidad y seguridad a la cadena de suministro, es compleja y supone afrontar tanta casuística como la realidad pueda generar. Aun así, tras 10 años de vida de la figura, podemos comprobar que se han obtenido grandes avances para consolidar al Operador Económico Autorizado como una marca de calidad comercial que, a escala aduanera, supone la llave para obtener otras autorizaciones, un objetivo prioritario para la mayoría de los operadores.
Uno de los efectos más positivos de cualquier evaluación, y en este caso concreto, en la reevaluación de las autorizaciones aduaneras de los operadores españoles, es que nos permite identificar zonas y aspectos a mejorar. Medidas concretas, nuevos enfoques y atención a determinados casos son, seguramente, las acciones que ser irán implementando para continuar en el desarrollo de la figura, algo que contribuirá a uno de los aspectos fundamentales de este proyecto y en el que intervienen operadores, administraciones y especialistas como nosotros, el prestigio del OEA.
Como consultores especializados en la autorización, comprometidos con el desarrollo y evolución de la figura, somos conscientes del complejo escenario que afronta en Comercio Internacional actualmente, y por ello, además de por lo ya conseguido, mantenemos nuestra confianza en el papel del OEA en el futuro próximo del sector, seguros de que será un elemento crucial para el proyecto de muchos operadores en la próxima década.