El transporte profesional por carretera sigue teniendo su talón de Aquiles en la falta de conductor@s. Con plantillas aproximándose a la edad de jubilación y el poco acceso que hay a la profesión, las empresas de transporte se encuentran en una encrucijada que afecta a su viabilidad, así como a la eficacia del servicio.
Para resolver esta situación, que ya de por sí es muy grave, hay que buscar las causas que la provocan.
Desde nuestro punto de vista, las largas jornadas de trabajo, el dormir fuera de casa y el alto coste económico que supone el acceso a la profesión representan los motivos que subyacen a la situación mencionada.
Para convertirse en conductor o conductora profesional es necesario estar en posesión de los permisos de conducción C y CE, además de tener la tarjeta CAP. Esta última se consigue después de realizar un curso de 140 horas presenciales y de obligatoria asistencia (CAP Inicial Acelerado) y de superar un examen oficial, además de tener la tarjeta de tacógrafo. La obtención de estos requisitos supone, en el mejor de los casos, un desembolso por parte del aspirante de aproximadamente 3.000 euros.
Son pocas o nulas las ayudas que desde la administración valenciana se conceden para el acceso a estos requisitos, a diferencia de las administraciones de otras comunidades que sí lo hacen. Por ejemplo, la CAM (Comunidad Autónoma de Madrid), entre otras, entrega una ayuda de 600 euros a los aspirantes para la obtención de los permisos de conducir profesionales, un ayuda que, sin duda, repercute positivamente en el sector del transporte por carretera.
Algunas empresas de transporte están becando a los aspirantes, sufragando con cargo a las empresas, parte de este coste. Esta es otra forma de incentivar el acceso a la profesión.
Desde hace unos días, y con el objeto de paliar la falta de conductores, los gobiernos de España y Marruecos han llegado a un acuerdo que permite el canje de los permisos de conducir, por lo que cualquier ciudadan@ marroquí que esté en posesión de los permisos profesionales podrá canjearlos en nuestro país. Una vez realizado el canje solo tendrá que examinarse de la prueba de circulación de los permisos C y CE que tuvieran y realizar el curso CAP que le pertenezca en función de la antigüedad de sus permisos originales. Sin duda este acuerdo de canje ayudará a ir cubriendo la gran oferta de empleo que hay.
Por otra parte, se echa en falta, dada la problemática de empleo que tiene el sector, que las convocatorias de formaciones subvencionadas de Labora no incluyan, en sus planes la obtención de los permisos de conducir profesionales, algo que en caso de hacerse facilitaría en gran medida a los trabajadores desemplead@s el acceso a dichos permisos de conducir y por ende al empleo.
Las empresas de transporte por otra parte deben estudiar hacer más atractivos estos puestos de trabajo y facilitar la conciliación familiar, así como ir incorporando a la mujer a sus plantillas.