TARRAGONA. Durante la asamblea celebrada, el director general de AEAR, José Ramón Freire, ha mostrado su “satisfacción” por estas nuevas altas, entre las que se encuentra Port Tarragona y ha añadido que “el continuo crecimiento en el número de asociados de la AEAR demuestra el creciente interés que despierta el amoniaco renovable entre empresas energéticas, industriales, administraciones públicas y autoridades portuarias. Es una de las moléculas más sencillas obtenida con electricidad renovable a partir de agua y nitrógeno del aire. Desde AEAR creemos firmemente que el amoníaco renovable debe ocupar un lugar central en el debate sobre las soluciones sostenibles que necesita nuestro país. Nuestro trabajo está orientado a darlo a conocer entre empresas y administraciones, convencidos de que puede convertirse en una opción competitiva clave. Además, su facilidad de almacenamiento y transporte lo convierte en una herramienta estratégica para facilitar el despliegue del hidrógeno renovable en condiciones seguras y eficientes.”
Otro aspecto destacado en este encuentro ha sido el papel esencial del amoníaco renovable en la producción de fertilizantes, un elemento clave tanto para la soberanía agrícola europea como para la fabricación de compuestos de alto valor añadido. Actualmente, los fertilizantes representan aproximadamente el 30 % de la huella de carbono de los cultivos, debido a que se producen mayoritariamente a partir de hidrógeno obtenido mediante el reformado de gas natural fósil. En este contexto, la utilización de amoníaco renovable en la fabricación de fertilizantes se presenta como la vía más eficaz y directa para reducir las emisiones del sector agrícola, que en el caso de España se sitúan entre las más elevadas de la Unión Europea.
Además, el elevado potencial de generación de energía renovable en España convierte a nuestro país en un candidato natural para liderar la industria de fertilizantes renovables en Europa. Esta capacidad no solo permitiría reducir la huella de carbono de los cultivos nacionales, sino también contribuir a la descarbonización de los cultivos en países del norte de Europa, donde la menor disponibilidad de recursos renovables dificulta una transición independiente del gas natural fósil.
Desde la Asociación Española de Amoniaco Renovable se ha incidido en que la creciente atención institucional hacia la huella de carbono en el sector agrícola representa una oportunidad estratégica para el despliegue del amoníaco renovable. Esta molécula no solo puede mejorar significativamente la sostenibilidad climática del sector primario, sino que también debe ser reconocida como una solución clave para el almacenamiento energético en España, ámbito en el que la asociación seguirá trabajando activamente.
Desde AEAR, en este sentido, se ha celebrado que ocho países europeos (España, Francia, Italia, Países Bajos, República Checa, Hungría, Rumanía y Eslovaquia) hayan firmado una declaración conjunta en la que se solicita a la Unión Europea una estrategia específica para asegurar la competitividad y sostenibilidad de la industria química, un documento donde se destaca la importancia y necesidad de impulsar moléculas como el amoniaco.