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Proteccionismo: la logística tampoco escapa a Trump

  • Última actualización
    04 abril 2025 12:57

El pasado 9 de marzo el SEE publicaba un editorial (“Pervasive uncertainty” que vendría a ser “Incertidumbre generalizada”) que merece la pena recordar y ampliar como la mayor parte de sus reflexiones en otros boletines.

En una primera reflexión quiero acercarme a la problemática que se nos avecina que, sin lugar a dudas, exigirá nuevos artículos y comentarios dado que, según parece, no van a ser episodios aislados sino estrategias a largo plazo.

La idea en esencia es bastante obvia. Una de las conclusiones más relevante de la TPM conferencia en Long Beach, que reúne a los principales participantes de las cadenas logísticas, celebrada entre el 2 y el 5 de marzo de 2025 no fue otra que la incertidumbre generalizada en la que se mueve el sector en el momento presente como consecuencia de los movimientos erráticos e impredecibles que rigen el día a día de la política económica norteamericana. El Banco de España nos ratifica esa valoración y sitúa el índice de incertidumbre en máximos desde el COVID.

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Medidas arancelarias

Fijémonos que entre las preocupaciones no estaba tanto la aprobación de medidas arancelarias o el montante de las mismas, que se daban por descontado y desde luego van a tener un impacto importante en la economía y en nuestro sector logístico, como sobre todo los giros que se producen cada día en la imprevisible política arancelaria.

Difícilmente cabe planificar y programar una adaptación logística a un escenario que cambia cada día. Aranceles variables a Canadá y México, aranceles a la UE, aranceles a China, aumento de nuevo de los aranceles si se aprueban represalias comerciales por los países afectados, más incrementos si se compra petróleo a Venezuela, un 25% de aranceles a todos los coches producidos fuera de EEUU, y así hasta el infinito. Ahora apruebo tarifas, ahora las quito, otro día las aumento, y al siguiente no sabemos qué va a pasar ¿Cómo se puede preparar la cadena logística a este marasmo legislativo que cambia cada día?

De entre las conclusiones de la conferencia sobre el apartado de las medidas arancelarias querría destacar las siguientes:

El impacto que pueden tener en los flujos comerciales la aplicación de las tarifas arancelarias anunciadas.

La reubicación de los flujos productivos en otros países que pueden verse beneficiados del abandono de China, como Singapur, Vietnam, Filipinas, India o Tailandia.

Estos movimientos van a obligar a la readaptación de las cadenas de suministro hoy muy vinculadas a China y que tendrán que reordenarse paulatinamente

O, por citar otros elementos que no pueden faltar en los debates presentes, cómo puede la IA mejorar al sector marítimo en todos sus servicios.

Pero claro, no se trata solo de las medidas arancelarias y sus cambios diarios en los países a los que se aplican, a los montantes, al chantaje permanente en su forma de plantearlas, etc., también están apareciendo poco a poco otros puntos igualmente peligrosos y mucho más aleatorios en su aprobación y aplicación si cabe que los aranceles.

El impacto de la USTR 301

Un ejemplo es la USTR 301, que no es una regulación nueva, vinculada a la Ley de Comercio de 1974 y que EE.UU. ya la ha aplicado en algunos casos como a China en 2018 y que afecta a los dos tercios de los productos exportados por este país. La ley permite al representante del Comercio de EE.UU. investigar y tomar medidas para protegerse de los países que practican estrategias que pueden considerarse injustas y pueden afectar a la normal dinámica del comercio.

¿Qué cambios contempla la USTR 301? Bueno, su campo es tan amplio como el representante quiera interpretarlo. Por ejemplo, todo lo relacionado con los derechos de la propiedad intelectual, piratería, falsificación de productos, contrabando, etc. La idea es fomentar la propiedad intelectual y garantizar a los investigadores el retorno que les corresponde.

En estos casos, el representante y el presidente están autorizados a tomar todas las medidas arancelarias y no arancelarias que consideren apropiadas para atajar el problema. En cualquier caso, en un principio las medidas se intentaban consensuar con otros países y, en caso de conflicto, las disputas solían resolverse de forma multilateral (no bilateral como en el caso anterior). Este no parece que vaya a ser el caso en la actualidad.

¿Qué elementos se analizaron para aprobar las sanciones a China? Prácticamente toda la cadena de producción y distribución (transvectologistics.com):

La utilización de empresas conjuntas.

Restricciones unilaterales a la inversión extranjera.

Procesos de todo tipo para forzar la transferencia de tecnología a empresas chinas.

Prácticas desleales de licencias.

Control de las intrusiones cibernéticas en las redes informáticas de EE.UU.

Ampliación de la USTR 301 al sector marítimo

El paso siguiente consiste en la más que probable aprobación de la “SHIPS Act” (Shipbuilding and Harbor Infraestructure for Prosperity and Security for America). El objetivo de la misma resulta evidente: revitalizar los astilleros norteamericanos y la flota bajo bandera de EE.UU. El impacto a corto y largo plazo en el comercio de contenedores en EE.UU. puede ser para nuestro sector mucho más grave que las tarifas arancelarias (“The Trump Effect Beyond Tariffs: Potential Impact on Container Shipping” Ashley Craig).

El 21 de febrero el US Trade Representative ya anunció las llamadas “medidas de represalia” (retaliatory measures) sobre los astilleros y las navieras chinas. La propuesta consiste en esencia en aplicar esta regulación que implica millones de tasas a los barcos que atraquen en EE.UU. En principio la idea puede parecer que quiere aplicarse a barcos chinos, pero como veremos no es así. La imposición se propone extender a todos los barcos que hayan sido construidos o/y se vayan a construir en China.

Con esta medida un operador sea cual sea la nacionalidad del mismo podría afrontar una tasa de hasta 1,5 millones de dólares por cada atraque en un puerto norteamericano, si su flota activa está construida en China en un porcentaje superior al 50% y otro millón adicional si en sus nuevos pedidos de barcos más del 50% van a ser construidos en China.

De esta forma, la medida va a afectar a todas las navieras. Como el gráfico de Alphaliner (5-11 de marzo 2025 – 10) nos muestra, todas las navieras (en los gráficos 2 y 3 aparecen únicamente las 3 más importantes, pero podemos generalizar la situación al resto) tienen un porcentaje significativo de su flota construida y/o demandada en China. Esto significa que el impacto en el sector puede ser muy relevante.

No puede extrañarnos que CMA CGM haya reaccionado inmediatamente y haya ordenada una inversión de 20.000 millones de dólares en el sector marítimo en EE.UU. en los próximos 4 años, cubriendo toda la cadena logística: muelles, construcción de barcos, etc. Parece bastante obvio este movimiento si pensamos en la alianza de CMA con COSCO y como con ese posicionamiento se coloca a la cabeza de los ganadores en el transporte de mercancías entre EE.UU. y China. Veremos cuál es la reacción de MSC y Maersk que irá, en mi opinión, en líneas paralelas a CMA.

Sin lugar a dudas el impacto global de estas medidas en todas las cadenas logísticas va a ser considerable y va desde la concentración de la operativa (carga y descarga) en muy pocos puertos norteamericanos, a la penalización considerable de los productos agrícolas, químicos, gas o bienes al consumo. La idea se complementa con la exigencia de que al menos un mínimo del 5% de las exportaciones norteamericanas deba llevarse a cabo por barcos de bandera de EE.UU.

En este horizonte de imprevisibilidad (interna y externa), la continuidad de la guerra de Gaza, el bombardeo de EE.UU. a los hutíes, el ultimátum de los hutíes a Israel y el infierno que quiere desatar Trump en los dominios de los hutíes en Adén no permiten ser muy optimistas sobre la normalización de los tráficos en el mar Rojo.

Para terminar, hay una reflexión que, aunque obvia, siempre conviene hacer. Todas las medidas penalizadoras del comercio y de la actividad logística que hemos comentado, tendrán un impacto directo en las empresas que operan en el mercado. Ahora bien, ¿alguien cree que ese impacto negativo en las empresas no se va a trasladar a los precios y por tanto a los ciudadanos? Esperamos que nadie sea tan ingenuo. ¿Qué significa que la inflación suba? Pues que al final es el ciudadano, como siempre, el que acaba sufriendo y pagando esos incrementos de costes.

Solo me cabe decir para terminar, ¡Ánimo! Esto es lo que hay y a lo que tenemos que enfrentarnos.

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Qué efectos va a tener toda esta cadena de medidas

Sin lugar a dudas las medidas penalizadoras del comercio en marcha van a tener un impacto considerable en nuestro sector y en toda la economía española e internacional:

Deslocalización de los centros de producción.

Aumento de los costes de los productos comercializados.

Impacto en la inflación y por lo tanto en los consumidores y en las empresas que pueden, temporalmente, reducir sus márgenes para mantener el mercado.

Según la estructura de tarifas arancelarias que se aprueben, pueden cambiar las ventajas comparativas de los países.

Va a afectar a la competitividad de los sectores afectados.

Nuevos procedimientos y controles administrativos, papeleo, burocracia, retrasos, etc.

La aplicación de la IA se va a hacer imprescindible para operar en este mundo mucho más complejo.

El Banco de España ha estudiado el impacto de las medidas arancelarias (nada escrito sobre el resto) y valora que ese impacto será moderado, justificándolo en el peso que el comercio exterior (exportaciones de bienes y servicios) con EE.UU. es muy distinto en España (que tiene sus exportaciones más concentradas en la UE) que el resto de los países de la UE (gráfico nº 3). Resulta llamativo que el mayor impacto negativo en el PIB y en los precios sea curiosamente en EE.UU., país que es el que toma las medidas restrictivas arancelarias (gráficos nº 4 y 5). Así es la economía.

En fin, si todo queda en esta previsión y no se inicia una guerra de represalias como hoy parece los más probable, todo parece indicar que el impacto no será muy elevado en España, incluso en la propia UE, y, lo que es más curioso, el impacto será mayor en EEUU.

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