La industria cerámica radicada en Castellón cuenta con dos puertos de primera magnitud para asegurar su eficiencia y, por tanto, su mayor competitividad en los mercados exteriores.
Cada uno de los enclaves está especializado en dos aspectos diferentes, lo que conforma una oferta marítima de primer orden. Mientras que PortCastelló se vuelca en la recepción y tratamiento de materias primas, Valenciaport, gracias a su alta conectividad, permite a las empresas azulejeras llegar a prácticamente cualquier parte del mundo. A pesar de la crisis provocada por la pandemia sanitaria, ambos han sabido adaptarse a la situación, sin perder de vista los grandes retos ambientales a los que deben hacer frente. Analizamos las fortalezas de cada uno de ellos.
PortCastelló,especialización en materias primasMás de un tercio de todas las mercancías que se mueven en el puerto de Castellón provienen del clúster cerámico. En un contexto globalizado, contar con un socio vital como el puerto redunda en una mayor competitividad para esta industria. Gracias a esta alianza, en los últimos años los tráficos relacionados con este sector económico han mantenido su fortaleza y, tras los peores meses de la pandemia sanitaria provocada por la COVID-19, parece que vuelve a retomar el pulso.Para el clúster cerámico, el puerto de Castellón es un socio fundamental, pero no únicamente como puerta de entrada para graneles y materias primas, sino que juega un papel relevante en la definición de las estrategias comerciales del propio sector; de hecho, y tal y como aseguran las empresas, el puerto tiene una clara orientación en la satisfacción de las necesidades de sus clientes.Una rápida mirada por las instalaciones portuarias ayuda a comprender esta alianza. Hoy por hoy, el puerto cuenta con tres muelles dedicados al tráfico de graneles sólidos (el muelle Transversal Exterior, el muelle de la Cerámica y el muelle de Costa Sur), sumando un total de 1.257 metros de línea de atraque.
Valenciaport,conectividad para el sector azulejeroLa condición de Valenciaport como puerto hub lo convierte en una importante herramienta para la salida al exterior del sector azulejero. La dársena valenciana se afianza como el enclave español con mejor conectividad en el primer trimestre del año según el Port Liner Shipping Connectivity Index (LSCI) que elabora la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Y es que el puerto valenciano mantiene relaciones comerciales con casi 1.000 puertos de 168 países diferentes. Valenciaport opera con 98 líneas regulares gestionadas por 35 compañías navieras diferentes.Pero esa conectividad no se circunscribe únicamente a la marítima, sino que se extiende a la ferroviaria. Gracias a su ubicación, Valenciaport llega a prácticamente cualquier punto de la Península Ibérica a través del Corredor Mediterráneo, el Corredor Cantábrico-Mediterráneo y el Corredor Central, que le permite conectar con Madrid y Portugal. En total, más de 80 trenes semanales para un total de 4.000 convoyes anuales.