Tal vez una de las propuestas más icónicas de la Estrategia Logística de España era la aprobación de lo que se denominó nueva “Ley de la logística”, es decir, el desarrollo de una normativa específica de la logística que ni siquiera llegó a tener un borrador.
Largamente reclamada por el sector, esta ley buscaba coordinar todas las políticas europeas e internacionales partiendo del objetivo de “definir normativamente las actividades logísticas y la figura del operador logístico, contemplando a la logística como una actividad de servicios única y no como la suma de servicios regulados de forma individual.
Se pretendía igualmente, dotar de presencia propia a la logística en el ordenamiento jurídico y buscar el consenso entre las partes implicadas para definir una normativa que favoreciera a todos los niveles institucionales el desarrollo de las actividades logísticas, “evitando la disparidad de normativas que actualmente existen”, tal y como se llegó a recoger en la propia Estrategia.
Hay que recordar que se llegó a fijar un plazo de 8 meses para el desarrollo y redacción de un anteproyecto de ley y que también existía la previsión de crear un grupo normativo integrado por la Unidad Logística, el Foro Logístico y las comunidades autónomas para ir fortaleciendo la referida ley con el paso de los años.
Por diversas razones y como ya se ha señalado anteriormente, jamás se llegó a hacer público borrador alguno. En primer lugar, jurídicamente no se encontró respaldo para unos objetivos que se consideraba que no tenían entidad propia como para sustentar la ley. En segundo lugar, la mayor parte de los ámbitos logísticos estaban ya regulados, por lo que se hacía imposible reunificarlos todos y parecía más conveniente buscar encaje a la figura del operador logístico en una ley existente y no hacer una específica. Por último, el paulatino languidecer de la Unidad Logística, encargada de impulsar el proyecto, tampoco ayudó a su impulso y ejecución. En estos diez últimos años, no ha habido intención alguna de rescatar este proyecto.
En esta parcela hay que destacar que la Estrategia sí logró alumbrar un órgano ya plenamente establecido como es el Observatorio del Transporte y Logística en España (OTLE).
De igual forma, con la Estrategia arrancó la construcción del Proyecto SIMPLE, ventanilla única logística que será una realidad totalmente en servicio a finales de este año.
La Estrategia también afrontó el debate de la reforma de la educación para dotar de formación específica al sector logístico y todas sus actividades.
Entre las prioridades de la Estrategia también estaba la elaboración de un código de buenas prácticas del sector que sigue sin ver la luz y que formó parte en 2021 de los Acuerdos de San Lázaro entre MITMA y CNTC, dada su trascendencia.