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“Si los actores logísticos somos capaces de salir de la trinchera, la recuperación será mucho más rápida”

Volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad han sido los cuatro escenarios que Jordi Espín, secretario general de Transprime, ha utilizado para definir el contexto de crisis en el que las empresas cargadoras han tenido que actuar en los últimos meses debido a la pandemia del Covid-19. Su apuesta por la cooperación entre los agentes y una actitud positiva de las empresas, le hacen prever una posible recuperación rápida del sector.

  • Última actualización
    29 enero 2021 13:32

¿Cómo se han visto afectadas las empresas cargadoras por la pandemia del Covid-19? ¿Cuál ha sido el nivel de actividad durante este periodo?

El entorno VUCA (Volatility, Uncertatinty, Complexity y Ambiguity) ha sido el vector dominante, por lo que la atención al momento inmediato sin perder la vista en el horizonte era el objetivo a conseguir para poder trazar una línea de equilibrio. Por otro lado, la situación de estas empresas durante el estado de alarma ha sido de atención extrema a la nueva situación: con la mirada fijada en legislación “pop-up”, en la atención a las personas conjuntamente con las líneas de negocio.

El nivel de ocupación ha sido desigual por sectores, con la alimentación en constante tensión y otros sectores con decrementos extremos, pero que se traduce en un promedio de un -27% de actividad.

¿Qué medidas han tomado las empresas para afrontar la pérdida o el incremento de su actividad? ¿Las medidas adoptadas por el Estado han sido las adecuadas?

Por parte de las empresas, la colaboración ha sido el elemento clave para afrontar el momento pandémico, el partenariado con proveedores, con transportistas y agentes logísticos ha sido fundamental para la superación del momento crítico y establecer los pilares para los modelos de actuación actuales.

Por otro lado, en un escenario tan incierto, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha optado claramente por estar siempre abierto a escuchar a los agentes logísticos y actuar rápidamente, a comunicar y a liderar un modelo de cooperación entre actores, factor extremadamente necesario durante la pandemia y todavía ahora en la Mesa Tripartita de negociación entre cargadores, transportistas y el mismo Ministerio.

¿Qué se ha echado en falta por parte del Estado?

Situar la digitalización en el centro de toda la actividad, especialmente en todas las operaciones logísticas y de transporte. La pandemia nos ha mostrado lo lejos que estamos del escenario ideal de la digitalización.

En su opinión, ¿cuáles son los retos a los que se enfrentan las empresas cargadoras a corto y largo plazo?

A corto plazo, centraría estos retos en la inestabilidad de la cadena de suministro, el retorno y mantenimiento de la actividad, que no se gestiona con los códigos previos a la pandemia y que debe responder sólidamente a la demanda.

En cuanto a un largo plazo, los retos irían enfocados hacia la aplicación de los cambios detectados como necesarios y su clasificación en estructurales, contingentes y/o permanentes, ya que los indicadores que marcan el camino al cambio no son interpretables de manera igual a como se hacía antes de la pandemia.

¿Cómo fue el cierre de 2019 de las empresas cargadoras y qué previsiones hay para este 2020?

En un entorno global como el actual, los escenarios de cierre y afectación al tránsito de mercancías fueron muy complejos debido a la territorialidad y legalidad imperantes, y a la constatación de que el flujo de mercancías que no podía ser interrumpido. Las previsiones para 2020 se sitúan en un escenario de contingencia y recuperación.

¿Cómo prevé la recuperación de este sector?

Si los actores logísticos somos capaces de salir de la trinchera y cooperar de manera asertiva, la recuperación será mucho más rápida de los que imaginamos.

“La colaboración ha sido el elemento clave para afrontar el momento pandémico”