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¿Solidaridad sin logística? Imposible

  • Última actualización
    17 diciembre 2024 11:30

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Las grandes campañas de ventas, como la de Navidad, impactan directamente en la economía nacional. Eso lo sabemos todos. Más consumo significa más mercancías que deben moverse, más retailers que demandan servicios y una cadena logística que debe reforzarse para dar las soluciones más inmediatas a las necesidades de los compradores que quieren lo que quieren, y lo quieren ya. Pero, este año, la campaña está siendo diferente.

Los efectos devastadores de la DANA, que el 29 de octubre arrasó la provincia de Valencia, se filtran en nuestros pensamientos y las grandes cifras que solemos manejar en estos días, ya sabéis, los miles de contratos de refuerzo de los operadores, los millones de envíos y demás, se pierden ante el espíritu de solidaridad que, afortunadamente, lo está cubriendo todo.

Y es en este escenario, en el que hay que quiero poner el foco en la cadena logística. Sí, no desfalleceré en la misión de poner en valor la logística y a quienes la hacen posible. ¿Por qué? Porque podemos ser todos muy solidarios, pero hacer real esa solidaridad sería tremendamente complicado sin los operadores logísticos (en la más amplia de las versiones de la logística, entendedme). Obviamente, podríamos llevar la ayuda a donde quisiésemos, coges una furgoneta y a recorrer el mundo, pero ¿llegarías a tiempo de ayudar cuando las circunstancias son de extrema necesidad como aconteció hace unas semanas tras la barrancada? No. Y lo que vivimos en la DANA lo confirma.

No está de más reclamar el aplauso para todos aquellos que se comprometieron con la misión solidaria más enorme que se ha tenido que gestionar nunca en nuestro país

Unas horas después de que todo aconteciera, la cadena logística ya estaba trabajando para suministrar a las zonas afectadas. Antes de que algunos políticos reaccionaran, asociaciones y entidades como Melyt, Aportem-Puerto Solidario Valencia, Centro Español de Logística, Coordinadora, FVET, etc. - ¡son tantas! - ya estaban trabajando para ver cómo ayudar, cómo coordinar los miles de euros y millones de toneladas de ayuda que llegaban.

La ayuda (alimentaria, sanitaria, de maquinaria, de equipos de profesionales que llegaron para echar una mano, etc.) no hubiera sido posible sin la coordinación del sector, sin que las y los profesionales de la familia logística se implicaran en dar soluciones a las administraciones (locales, autonómicas y nacionales), en cooperar entre ellos y cediéndose recursos.

La cadena de suministro fuerte y resolutiva impidió el desabastecimiento y ayudó a minorizar el miedo entre aquellos que, de repente, lo perdieron todo. Así que no está de más reclamar el aplauso para todos aquellos que se comprometieron con la misión solidaria más enorme que se ha tenido que gestionar nunca en nuestro país.

Por cierto, las empresas logístico-portuarias no solo están para estos casos de urgencia. Hay que recordar que la responsabilidad social forma parte de estas estructuras empresariales de forma transversal, atravesando sus estrategias y generando sinergias virtuosas con la sociedad que les rodean. ¿Queréis pruebas? En esta publicación hay varias.

¡Feliz Navidad familia logística!