La empresa de embalaje Storopack, con presencia global y sede en 18 países, ha implantado el Pelaspan Bio, un material de acolchado de chips de embalaje ecológico y vertible.
Se trata de un producto de relleno cien por cien sostenible, biodegradable y biocompostable, cuya materia prima es el almidón de maíz. De esta manera, en caso de que los chips acaben en el suelo o en la calle, se pueden deshacer con el contacto con el agua, y no dejar ningún resto perjudicial en el mar, en las playas o en la calles.
Storopack ha conseguido una solución ecológica sin perder las ventajas de sus productos. Gracias a la forma de S, probada y testada, que permite que los chips rellenen los huecos de la caja, creando una especie de cojín que bloquee y ancle los objetos, así como impedir que choquen entre sí. Además, los chips de embalaje Pelaspan Bio han obtenido la certificación EN 13432, otorgada por el Comité Europeo sobre productos biodegradables o compostables.
Storopack trabaja con alternativas sostenibles y ecológicas para ofrecer a sus clientes soluciones de embalaje protector respetuosas con el medio ambiente. La compañía ha vendido hasta principio de este año, chips con embalaje Pelaspan, hecho con plástico reciclado y reciclable, pero con el objetivo de ir más allá, la entidad apuesta ahora por el Pelaspan Bio.