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Tecnologías exponenciales para una logística nueva

  • Última actualización
    25 octubre 2022 10:44

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones van aumentando su poder de transformación y reforzando su papel como pilar del avance tecnológico. Cuando estas tecnologías se combinan con las de otros campos tecnológicos, además de actuar como fuerzas multiplicadoras y aceleradoras de su progreso y de ampliación de sus capacidades, posibilitan su interconexión y convergencia; y, con ello, la influencia de unos sobre otros y su combinación en formas disruptivas.

De un tiempo a esta parte, una constelación de tecnologías de ámbitos tan variados como la física, la biología o la química, participa en este proceso. Son las “tecnologías exponenciales”, llamadas así porque sus tasas de desarrollo son cada vez más rápidas y se aceleran simultáneamente. Siguen, por tanto, pautas de crecimiento exponencial, el patrón de duplicación.

Conceptualmente, la idea del crecimiento exponencial de la tecnología se fundamenta en la Ley de Moore, formulada por Gordon Moore, cofundador de Intel en 1965 y que pasa por ser la más importante predicción tecnológica y la de mayor impacto económico de los últimos 50 años.

Tecnologías exponenciales

Inicialmente entendida como una ley tecnológica, la explicación de Moore acerca de que el número de transistores de un circuito integrado se doblaría aproximadamente cada dos años se constituyó rápidamente en la base de la economía digital y la explicación clave del crecimiento exponencial de las industrias afectadas por la transformación tecnológica de finales del siglo XX y principios del XXI. En muchos sentidos, la Ley de Moore está en el centro del progreso general que hemos experimentado en las últimas décadas de manera sostenida.

EL DATO
20

Unos 20 campos tecnológicos se están viendo afectados por el “patrón exponencial”. Entre ellos: inteligencia artificial, computación en nube, blockchain y criptomonedas, biotecnología, neurociencia, analítica avanzada, ciberseguridad, diseño digital y simulación, nanotecnología, energías renovables, computación de alto rendimiento, internet de las cosas, realidad virtual y aumentada, robótica y automatización cognitiva, vehículos autónomos, impresión 3D y fabricación digital, tecnología aeroespacial, etc.

En la actualidad, unos 20 campos tecnológicos se están viendo afectados a un tiempo por el “patrón exponencial”: inteligencia artificial, computación en nube, blockchain y crip-tomonedas, materiales avanzados, biotecnología, neurociencia, secuenciación de ADN y medicina, analítica avanzada, ciberseguridad, diseño digital y simulación, nanotecnología, almacenaje de energía, energías renovables, computación de alto rendimiento, internet de las cosas, realidad virtual y aumentada, drónica, redes móviles, robótica y automatización cognitiva, vehículos autónomos, impresión 3D y fabricación digital, tecnología aeroespacial, etc.

Cambio disruptivo

La convergencia acelerada de estas tecnologías, que difumina las líneas que separan lo físico, lo biológico y lo digital, va camino de generar una ola de cambio disruptivo en todo ámbito de actividad humana de una escala, ritmo y potencial sin precedentes, cuyas implicaciones apenas hemos comenzado a imaginar.

Se dice que la mayor parte de las tecnologías importantes que dominarán la vida de aquí en 30 años, aún no se han inventado. La industria portuaria, y las cadenas logísticas de las que forman parte, por las que fluye el 80% del volumen del comercio mundial y más del 70% de su valor, han comenzado a situarse en foco de atención de estas tecnologías.

Puertos y cadenas logísticas, exigidos por su papel central en la construcción y funcionamiento de una economía globalizada, afrontaron relativamente temprano la primera fase de digitalización. Sin embargo, la segunda ola de digitalización, protagonizada por las citadas tecnologías exponenciales, asegura transformaciones estructurales; promete ir más allá de la mejora incremental para inspirar e impulsar disrupciones en todas las esferas de actividad del sector (productos, servicios, clientes, mercado, activos...), redefinir sus fronteras y cambiar las reglas de juego.

Tecnología 5G: un revulsivo para la industria logística

La crisis sanitaria primero y, posteriormente, la económica ha impactado al sector logístico en un momento en el que tiene que hacer frente a un aumento de la actividad sin precedentes. Los desabastecimientos globales o la falta de semiconductores están provocando interrupciones en la fabricación, transporte y logística de mercancías a nivel mundial. Como respuesta a estos desafíos, la industria está apostando por desplegar nuevas soluciones con tecnologías impulsadas por el 5G.

“El 5G representa una oportunidad para crear nuevos servicios y mejorar el rendimiento de las soluciones existentes. La llegada de esta tecnología será un revulsivo para la industria ya que no solo acelerará las comunicaciones, sino que ofrecerá mayor visibilidad y control sobre los sistemas de transportes e impulsará la digitalización de procesos, lo que se supondrá contar con procesos más ágiles y seguros”, explica Ignacio García, sales director de Generix Group.

La irrupción del 5G en la industria logística facilitará la comunicación en tiempo real, factor indispensable para la gestión de la cadena de suministro. Los expertos de Generix Group, compañía especializada en soluciones tecnológicas para la gestión de intercambios B2B y B2C en la cadena de suministro, han recopilado los principales impactos que el 5G supondrá para la industria.

Mayor velocidad y automatización

La presencia humana es imprescindible para la realización de la actividad logística, sin embargo, en la actualidad, parte de esta actividad está robotizada, especialmente, en la preparación de los pedidos. Gracias a las mayores velocidades de datos, el 5G permitirá una mayor automatización en todos los procesos de la cadena de suministro ya que se podría actuar sobre aquellos procedimientos que no están automatizados como, por ejemplo, la identificación y solución de problemas derivados de una avería.

Visibilidad en tiempo real El despliegue del 5G también proporcionará una mayor precisión en la trazabilidad. Gracias a una retroalimentación de información más rápida y precisa, la tecnología permitirá, entre otras cosas, un mejor seguimiento y optimización de la ruta del producto. El paso del 4G al 5G posibilitará perfeccionar, aún más, el seguimiento de los productos y la satisfacción del cliente sin estar limitado por las restricciones técnicas de la red móvil. El despliegue del Internet of Things (IoT) dará un salto con la entrada de la tecnología 5G y revolucionará el seguimiento de la cadena de suministro.

Optimización de los estándares de entrega

El sector logístico está desarrollando nuevas soluciones de entrega, como, por ejemplo, la utilización de drones. Sin embargo, estas herramientas deben ser controladas por humanos y requieren de una red de comunicación de alto rendimiento. Gracias al 5G estas nuevas soluciones de entrega serán posibles en un futuro no muy lejano y aportar, así, un nuevo activo para el reparto de última milla. La mejora de las redes móviles podría automatizar y robotizar la cadena de suministro, mejorando al mismo tiempo la satisfacción del cliente.

Plantillas más equipadas

Por su parte, el 5G reinventará los usos digitales de los agentes logísticos pero la tecnología también tiene que estar al servicio de los recursos humanos. Esta nueva red móvil mejorará todos los aspectos del aprendizaje y la asistencia a los empleados con una herramienta que ya se encuentra en el almacén: los vídeos digitales que permiten a los trabajadores seguir formándose. Permitirá optimizar el trabajo de los recursos humanos gracias, especialmente, a la democratización de los dispositivos que serán más eficientes e inteligentes.

Fernando Zubillaga : Tendencias de la innovación aplicada a la logística y movilidad

Hace unos días asistía a una mesa redonda sobre 5G y movilidad que moderaba el presidente de nuestro Clúster en el marco de BNEW, un evento sobre nueva economía. La mesa destacaba el papel del 5G, bajo el que desplegar todo el potencial de la movilidad conectada. Una periodista buscaba su titular: ¿para cuándo la movilidad autónoma será una realidad cotidiana?

Esto me servía para recordar que tras el 5G llegará el 6G, en el que ya se está trabajando, incluso, según las fuentes, en fase de validación. Quién sabe hasta qué número llegaremos. De igual modo, la creciente digitalización proporciona cada vez más información y entran en juego el llamado internet de las cosas, el big data, la inteligencia artificial o la ciberseguridad. En un principio, hablábamos de comunicaciones vehículo a vehículo (V2V) o vehículo a infraestructuras (V2I). Hoy ya hablamos de V2A, del vehículo con todo (all).

No sé si podemos hablar de tendencias de innovación o de una sola tendencia que lo agrupa todo. A efectos de tendencia, conectividad, comunicación y digitalización suponen una misma cosa. Añado a la coctelera el concepto “cooperativo”, valga la redundancia porque la comunicación requiere de un emisor y un receptor, a ser posible escuchándose, que es de lo que se trata. Si emisor y receptor no cooperan, no se escuchan, no podemos hablar de comunicación.

Le llamemos de un modo u otro, la tendencia en innovación es avanzar hacia la comunicación en tiempo real de todos los agentes que intervienen en la movilidad de mercancías y de personas. Sin olvidar que ello debe hacerse desde la visión del cumplimiento de los objetivos que animan el desarrollo global: eficiencia, sostenibilidad y seguridad.

Recuperando la mesa redonda, lo cierto es que los expertos concluían que la tecnología no supone un obstáculo para avanzar hacia una nueva movilidad. La tecnología está preparada. Pero se abrían dos debates diferentes, necesarios para que la innovación llegue al mercado: el apoyo de las administraciones y la necesidad de un marco regulatorio. Más allá de la evolución que tengan la digitalización y la conectividad, hoy mismo hay ámbitos de la innovación en los que no se puede avanzar al ritmo deseado por falta de un marco normativo adecuado. El ejemplo más visual son UAV, los vehículos aéreos no tripulados que sufren las dificultades de la actual regulación aérea.

En este sentido, cobran un especial valor los llamados livinglabs, los laboratorios tan demandados por nuestras empresas en los que probar sus soluciones “en vivo”. Afortunadamente, en Euskadi tenemos ya ejemplos en los tres territorios: tanto Álava, como Gipuzkoa y Bizkaia disponen ya de iniciativas lideradas por las correspondientes administraciones. El coche autónomo es hoy el paradigma de la movilidad conectada. Aún debe evolucionar y, no en vano, hay quien prefiere llamarlo todavía automatizado porque aún estamos en fases de vehículo conectado, en sus diferentes niveles. No obstante, para su implantación, tanto automatizado como autónomo y más allá de alcanzar los avances tecnológicos necesarios, es indispensable un marco normativo que regule su operativa.

Volviendo a la innovación, siempre apoyada en la tecnología, también hay que recordar el papel de la innovación llamada no tecnológica. Quizá habría que buscarle otro nombre porque la gestión eficiente de flotas, de mercancías, la gestión intralogística, los planes de movilidad... constituyen también innovación en los agentes que se sirven de ello. Subyacen detrás, de nuevo, el dato, la conectividad y la comunicación: la tecnología, ahora no ya en sí misma, sino por las prestaciones que proporciona. En el ámbito logístico, la trazabilidad de las mercancías no es una innovación menor, aunque ya forma parte de nuestro día a día. La gestión es esa otra innovación que es presente y también tendencia en el sector.

Tampoco debemos olvidar la innovación social. Esta deriva del cambio que se está produciendo en algunos conceptos que teníamos asumidos. Las nuevas generaciones han evolucionado en algunos comportamientos. Presentan un creciente interés por el uso, en detrimento de la propiedad. Esto ha dado lugar a nuevos modelos, especialmente en el ámbito del transporte de personas: bicicletas, patinetes y coches compartidos forman parte de nuestro día a día.

Está costando más que despeguen propuestas compartidas en el campo de la logística, pero también existen. Estamos viendo plataformas para compartir fletes, para aprovechar viajes en vacío... Tanto en movilidad de personas, como de mercancías, vemos surgir nuevas plataformas que renuevan el panorama del sector, no sin debate: ahí encontramos a los riders, por no mencionar marcas, no sólo en el segmento de la distribución de mercancías, sino también del transporte de personas individual o colectivo.

Llegados a este punto, no podemos olvidar un factor de actualidad que incide especialmente en nuestro sector: el energético. Indudablemente, la innovación en este segmento está ligada a la electromovilidad y el hidrógeno. Aunque se trabaja en otras fuentes como los biocombustibles o el gas, es en el entorno eléctrico en el que se está produciendo un cambio notorio. No en vano, en Euskadi tenemos algunos de los fabricantes de vehículos de transporte colectivo referentes en electromovilidad. Además, hace unos días se anunciaba que en Euskadi ya se compran más vehículos híbridos y eléctricos que de gasolina. La transición energética en movilidad coge su ritmo. También destacan las experiencias del tren de hidrógeno y la introducción paulatina de vehículos de carga limpios, estos últimos especialmente en el ámbito de la distribución urbana de mercancías.

Vuelvo al tema que me proponían para este artículo: “Tendencias de la innovación aplicadas a la logística y la movilidad”. Nuestro sector no es un sector diferente. La digitalización es la que ha cambiado el modo en el que vivimos. En todos los sectores. Incluso en todos los ámbitos, también en el personal. Movilidad y Logística es una industria más. Una Industria 4.0. Y una industria 4.0 es una industria digital, conectada, comunicada y cooperativa. La tendencia tecnológica reside en continuar desarrollando la captación y la gestión del dato con la mayor agilidad posible para que nos proporcione información valiosa para nuestros negocios. Esa es la tendencia.

¿Cómo se aplica a nuestro sector? La nueva movilidad, de personas y de mercancías, debe proporcionar seguridad, eficiencia y sostenibilidad, ese es el objetivo.

En esa tendencia y con ese objetivo estamos. En nuestro Clúster, los asociados destinan más de un 3% de su facturación a la inversión en I+D+i, por encima de los mejores objetivos de todas las instancias que promueven la innovación. Creo que este sector no sólo tiene claro hacia dónde va y para qué, sino con qué ritmo.