Pero las cifras de 2019 parecen quedar ya muy lejanas tras la crisis del Covid-19. Durante los peores momentos, la industria siderúrgica mantuvo las fábricas abiertas contribuyendo a proveer a fabricantes de productos esenciales. Pero, aun así, el nivel de funcionamiento de la industria ha tenido que reducirse dada la paralización o la brusca bajada de fabricación de muchos de los sectores que consumen acero o productos de primera transformación. Así, en abril y mayo la caída de la producción de acero estuvo alrededor del 45% comparada con los mismos meses de 2019.
Sectores consumidores
Para las empresas siderúrgicas, cuyas inversiones alcanzan niveles de cientos o miles de millones de euros, trabajar a menos de la mitad de su ritmo habitual es insostenible más allá de unos pocos meses. Para la reactivación de la industria será necesario que los sectores consumidores de acero vuelvan a su actividad previa al confinamiento, lo que solo puede venir del fomento de su demanda privada, como en el caso del automóvil, o mediante la actuación pública, como en la construcción.
Para las empresas siderúrgicas, trabajar a menos a la mitad de su ritmo habitual es insostenible más allá de unos pocos meses
EL DATO
45%En abril y mayo la producción de acero cayó casi a la mitad de los datos del año pasado