La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER) regresa a Cevisama tras cerrar un 2018 marcado por la inestabilidad y las sorpresas. Tras un primer trimestre positivo, las ventas comenzaron a desplomarse. ¿Qué sucederá este año? Complicado anticipar acontecimientos. Lo que está claro es que “es imprescindible un plan estatal de Industria que apoye al tejido industrial, que reduzca trabas, que impulse su competitividad y que respalde la inversión en innovación”, subraya a este Diario Vicente Manuel Nomdedeu Lluesma, presidente de ASCER, quien reitera la necesidad de seguir trabajando “para lograr tener un mercado energético competitivo y con un marco legal predecible”, así como un mejor trato para la cogeneración.
¿Qué balance realizan las empresas del Tile del 2018? Estamos en enero, sé que es pronto para conocer a ciencia cierta el cierre del año pero ¿qué resultado esperan alcanzar?
Este último año hemos sufrido algunos vaivenes. Tras un primer trimestre positivo, las ventas comenzaron a desacelerarse, tanto en los mercados exteriores como en el mercado doméstico. Estimamos que cerraremos el año con un crecimiento de un 2% aproximadamente.
Entonces, 2018 no ha sido el año del despertar del sector que se esperaba…
Como decía, ha sido un año inestable y marcado por el aumento de las trabas y obstáculos que limitan el comercio. Hemos observado un aumento de la tendencia proteccionista en mercados de gran importancia para España, especialmente en el norte de África como Argelia, Egipto, Túnez, Marruecos… La incertidumbre en mercados importantes como el de Reino Unido por el efecto del Brexit también se empieza a notar. Todo apunta a que acabaremos el año con un crecimiento muy bajo en las exportaciones, en torno al 1% alcanzando los 2.710 millones de euros.
En cuanto al mercado nacional, este sigue en aumento pero las ventas han perdido fuerza. Estimamos un crecimiento en torno al 7 %, hasta los 880 millones de euros en España.
¿Qué mercados están al alza? ¿Por qué?
Según nuestros últimos datos (enero-octubre 2018) las ventas exteriores, realizadas a 187 países, fueron de 2.326 millones de euros, con un aumento del 1,8 % respecto a 2017.
Nuestro principal mercado sigue siendo Europa, que aglutina cerca del 50% del total de exportaciones (la UE el 42%). A Oriente Próximo se destina el 16% de las ventas, con importantes retrocesos en mercados fuertes como Arabia Saudí (-28,5%), Israel (-3,5%) y Líbano (-12%). El continente americano aglutina el 18,3% de las exportaciones, EEUU con el 9,4% de cuota, crece cerca del 13% hasta octubre. Asia registra una cuota del 20% y África del 11,5%.
Futuro incierto
Es pronto para hacer una previsión certera de 2019, pero ¿qué se intuye? ¿Qué previsiones tienen?
Es difícil hacer una previsión cuando los factores que influyen en la marcha del sector son tantos y que en su mayoría escapan de nuestro control. Lo que sí es cierto es que el comercio internacional se ha ralentizado desde el verano, y no sabemos qué duración va a tener ni su calado. La incertidumbre será una constante: es la única certeza que tenemos.
Y en medio de este mercado tan inestable, ¿cuáles son las principales potencialidades del colectivo a día de hoy?
Cada día estoy más convencido que el estar conformados como un clúster industrial es la clave de nuestro éxito y supone una ventaja competitiva que nos distingue de otros productores. En la provincia de Castellón se concentran proveedores, suministros de tecnología, Puerto, universidad, instituto tecnológico, etc. y todos trabajando por el futuro del sector, y en definitiva, por la prosperidad de una sociedad.
¿Y sus debilidades?
Estamos muy expuestos a los incrementos de costes y a los cambios normativos, que pueden mermar sustancialmente nuestra competitividad en un mercado altamente competitivo con infinidad de operadores actuando.
¿Mejorarían estas debilidades con el apoyo de la Administración? ¿Han notado algún cambio con la llegada de un nuevo partido al gobierno central?
En nuestra opinión la industria, en general, no ocupa el lugar que le corresponde en la agenda política de las Administraciones. Es imprescindible un plan estatal de Industria que apoye al tejido industrial, que reduzca trabas, que impulse su competitividad y que respalde la inversión en innovación.
Las políticas de las Administraciones Públicas deben incluir un objetivo de industrialización de la economía española que actualmente tiene un peso muy reducido en el PIB, del 16%. La industria es un gran generador de empleo directo de calidad, generador de empresas auxiliares y puestos de trabajo indirectos, es un sector que desarrolla proyectos de investigación e innovación en procesos y productos que favorecen el liderazgo del país.
En su opinión, el futuro de las empresas de ASCER pasa por…
Reflexionar y formular sus estrategias competitivas o empresariales. Hasta ahora las empresas del sector han competido por diferenciación y/o por costes; ambas estrategias demuestran que, a corto plazo están funcionando, pero es conveniente poner el foco en el largo plazo también, donde pienso que la diferenciación y posiblemente la especialización, sean imprescindibles para conseguir un desarrollo creciente y sostenible.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el colectivo?
La competencia mundial es muy importante. En 2017, frente a los 530 millones de metros cuadrados producidos por España, en el mundo se contabilizaron cerca de 16.700 millones de metros cuadrados. Esto hace que nuestras empresas tienen mayor competencia en todos los mercados. También estamos viviendo una tendencia proteccionista en los mercados con barreras comerciales y obstáculos en multitud de destinos, lo que complica la exportación.