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...y el ferrocarril, el más débil

  • Última actualización
    29 abril 2025 18:40

El modo que mostró mayor fragilidad ante un apagón eléctrico de las características del vivido el lunes es el ferrocarril, el único que no pudo garantizar ni siquiera el tránsito de las mercancías.

A diferencia de otros modos, los trenes de mercancías quedaron varados desde el mismo instante en que se produjo el apagón y con ello cesó toda actividad ferroviaria en las terminales.

Según Renfe, hasta 56 trenes de mercancías, principalmente de contenedores y algunos de cereales, quedaron afectados por el apagón y tuvieron que ser ubicados en apartaderos, permaneciendo de madrugada un total de 28 trenes paralizados en mitad de la red. Ahora bien, cuando se recuperó el suministro, solo se dio prioridad para retomar el viaje por razones de urgencia a un total de 11 convoyes.

Más allá de los trenes que circulan por vías electrificadas, un número importante de servicios podrían haber sido operados durante la jornada con máquinas diésel, si bien la circulación de los trenes va íntimamente ligada a los servicios de gestión y control de la circulación, seguridad, desvíos y demás sistemas todos ellos ligados a la infraestructura y que cayeron en cuanto cayó el sistema eléctrico, no existiendo capacidad de generación alternativa para recuperar al instante estos servicios en la red, imprescindibles para la operativa.

Esta es la razón del gran impacto del apagón en el sistema ferroviario español, con una enorme dependencia eléctrica y que a primera hora de la tarde de ayer seguía sin recuperar la operatividad de los servicios de pasaje, que muy progresivamente se fueron poniendo en servicio a lo largo de la jornada, con una gran complejidad en la reactivación, siendo por tanto el modo más afectado durante el apagón y el que más le ha costado recuperarse a continuación.