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Los precios, los envíos urgentes y las baterías de litio son los principales retos de la carga aérea

Entre los retos que presentan las operaciones de carga aérea en el sector de automoción destacan: los elevados costes que supone enviar la mercancía exprés, la falta de comunicación entre los diferentes agentes y las restricciones en el envío de baterías de litio.

  • Última actualización
    10 octubre 2019 16:20

 Así, las soluciones para estos retos pasan por conseguir una mayor transparencia en operativas y precios, una mayor planificación y contar con personal formado en materia de normativas asociadas al transporte de mercancías peligrosas, respectivamente. Esta son las conclusiones de la jornada organizada por Barcelona Centre Logístic Catalunya (BCL), que se celebró el pasado miércoles en las instalaciones de la Cámara de Comercio de Barcelona.

El acto contó con la participación de representantes de aerolíneas, transitarias y empresas productoras de vehículos y piezas de automoción, que expusieron los obstáculos que se encuentra en el día a día de sus gestiones.

Envíos exprés

Las dos expedidoras invitadas, explicaron en qué medida utilizan el transporte aéreo dentro de su supply chain. El director de Logística de Nissan, Francisco Durán, comentó que, aunque el aéreo no es el medio de transporte mayoritario en cuanto a volúmenes enviados, sí que lo entienden como una parte fundamental que cubre sus necesidades de roturas de stock y envíos puntuales que requieren de máxima prioridad. “El envío urgente de piezas para que no se pare la producción es fundamental y este es un factor en el que juega un papel muy importante la carga aérea”, afirmó Durán. Además, Francisco Durán hizo especial hincapié en la aplicación de metodologías JIT (Just in Time, en sus siglas en inglés), donde se necesita una total sincronización entre el fabricante de automóvil y el cliente final.

Del mismo modo, el Downstream Supply Chain Director en Schneider Electric, Paulo Pereira, mencionó que los volúmenes enviados a través de aéreo por el fabricante de componentes electrónicos, suponen un porcentaje relativamente bajo dentro de su organización. No obstante, son necesarios para determinados productos de elevado valor, los cuales “no pueden estar 2-3 semanas en tránsito hasta su destino final”, apuntó. El fabricante francés de componentes quiso añadir, además del coste, la problemática de las emisiones de CO2 producidas por el sector aéreo. Este aspecto impacta negativamente en sus indicadores internos de impacto ambiental, por lo que tratan de “minimizar en la medida de lo posible el uso del aéreo para reducir su nivel de emisiones”, aseguró.

Una de las aerolíneas invitadas, Air France-KLM Cargo, apuesta por una mejora en la planificación de envíos por parte de los expedidores, para poder ser más eficientes en costes y disponer de espacio de carga asegurado, bien sea en cargueros puros o en aviones de pasajeros. Xavier Ferrando, de Air France-KLM, apuntó que con una mejor planificación, “se podrían plantear incluso escenarios de tarifa plana a los expedidores, hecho que optimizaría el coste de sus envíos por este medio”. Asimismo, Xavier Ferrando reclamó “una mayor transparencia al sector expedidor de automoción ante las habituales necesidades debidas a roturas de stock”. La respuesta al reclamo de la inmediatez de las entregas es que “el cliente debe estar dispuesto a pagar ese servicio exprés”, añadió Ferrando.

Mercancías peligrosas

La otra aerolínea invitada fue Emirates Skycargo que, mediante su Cargo Manager Marie-Laure Vuillermoz, señaló que otro de los aspectos que preocupa al sector de la automoción es la dificultad de envío de mercancías peligrosas. “La problemática de las baterías de litio y la normativa asociada para su transporte por aéreo es muy compleja y se actualiza constantemente, hecho que requiere tener personal altamente formado y la colaboración activa de los forwarders”, explicó la Airfreight manager en España de Noatum Logistics, Alexandra Escanero.

En este sentido, Alexandra Escanero quiso destacar algunas de estas normativas que impactan directamente en la operativa, como son la UN3480, UN3481 y la Special Provision A99 de IATA. “Esta última cuenta con una excepción que especifica que sí se pueden enviar mercancías peligrosas que sobrepasen los 35 kilos si IATA y el país de destino lo autorizan”, explicó Escanero.

Vehículos eléctricos

Otro de los objetivos de la jornada era analizar cómo la aparición del coche eléctrico e híbrido, y su actual tendencia al alza en ventas, está impactando en el negocio de la carga aérea.

En este sentido, se plantearon diferentes cuestiones como la aparición de nuevas oportunidades para los agentes logísticos, así como posibles riesgos a considerar y trabajo por hacer para hacer frente a las necesidades de los expedidores de automoción y componentes eléctricos.

Brexit

Por último, se puso sobre la mesa el debate de la repercusión que puede llegar a tener  el Brexit en el sector de la automoción. Todos los ponentes coincidieron en la falta de información al respecto, aunque parece ser que el sector se vería afectado si ocurre.

“Se prevé que las operaciones logísticas entre Reino Unido y el resto de Europa pasarían de un tiempo de operación de 24 a 72 horas, es decir, de uno a tres días”, apuntaron desde Acció.

En este sentido, Paulo Pereira, de Schneider Electric, concluyó que su organización ha desarrollado diferentes planes de contingencia para hacer frente a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, “no obstante, cuando se produzca la salida definitiva, aparecerán complicaciones, en cualquier caso”.