Este cambio va a permitir a la compañía “optimizar los tiempos de gestión de órdenes de transporte terrestre, así como facilitar una mejor ejecución en las entregas”, según fuentes de la naviera.
Con esta decisión, Maersk busca ofrecer “un producto de importación todo en uno”, donde la única preocupación del cliente “será elegir el punto de descarga y facilitar los detalles de la orden de entrega”.