El proceso de adjudicación de la Terminal Norte de Contenedores se mantendrá en 2020. Aunque es un proyecto a medio y largo plazo, es indudable que va a condicionar la relación entre sindicatos y empresas del sector de la estiba, sobre todo por el grado de automatización que escoja TiL, algo que diluiría la propuesta inicial del operador portuario de nutrirse de la plantilla del CPE.
Grosso modo, la idea es contar con grúas portainer operadas por control remoto, transporte horizontal en el lado mar automatizado, patio de almacenamiento equipado con grúas automáticas, transporte horizontal en lado tierra manual, terminal ferroviaria equipada con grúas operadas por control remoto, y procesos de recepción y entrega de mercancías y ferroviarios mixtos a estudiar.
Además, las fuentes consultadas aseguran que no será únicamente el hecho de que aparezca una nueva terminal -pública, no dedicada-, sino también la readaptación que deberá llevar a cabo el resto de empresas estibadoras para poder alinearse a la oferta y productividad de la nueva terminal.