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ACBE muestra su gran preocupación por los polizones y la integridad de personas y bienes

ACBE, la Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del Puerto de Bilbao, aspira a tener una mayor visibilidad como patronal del sector, dado que sus empresas asociadas representan algo más del 50% de la facturación de la Autoridad Portuaria de Bilbao, así como que dicho sector sea reconocido como “industria portuaria” a efectos de su correcto encaje en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas o CNAE y poder gozar sí de las bonificaciones y beneficios de las que sí disfrutan otras industrias.

  • Última actualización
    25 octubre 2019 16:44

Estas son tan sólo dos de las inquietudes que muestra en la actualidad una Asociación  que agrupa a la totalidad de las empresas estibadoras del Puerto de Bilbao y al 80% de las consignatarias del enclave vizcaíno, y que en el último año, bajo la presidencia de Carlos Lobato, ha adoptado una estrategia de mayor apertura hacia su entorno, tanto sectorial como social, y que se está concretando también en la renovación de su imagen corporativa, con el diseño de un nuevo logotipo y una nueva página web que estará operativa en breve. 

En el marco de este proceso de renovación, ACBE, próxima a cumplir su centenario como Asociación en 2022, modificó también recientemente sus Estatutos para dotar a los órganos de gobierno de un modelo de gestión más estable y acorde con la realidad empresarial.

Del mismo modo, desea reivindicar ante la opinión pública la relevancia económico-social de un sector de negocio que tradicionalmente “ha estado ligado a la opacidad”, ante lo que la Junta Directiva desea responder con una política de comunicación  abierta y mediante el establecimiento de mayores, mejores y más frecuentes relaciones con los agentes, públicos y privados, que intervienen en su actividad.

 

Bienes y personas

Concretamente, uno de los asuntos que más ocupa y preocupa actualmente al colectivo de consignatarios y estibadores del Puerto de Bilbao es el del gran número de personas, en su inmensa mayoría jóvenes de nacionalidad albanesa, que de unos pocos años a esta parte están utilizando las instalaciones del enclave bilbaíno para viajar de forma ilegal como polizones en los barcos que tienen como escala puertos del Reino Unido.

Como apunta ACBE, “el goteo es incensante” y a pesar de que el fenómeno de los  polizones  “no es nada nuevo”, en estos momentos ha alcanzado niveles verdaderamente alarmantes, al tiempo que ha cambiado también la tipología del polizón. En este sentido, para ACBE no cabe hablar de un problema humanitario, ya que no se trata de refugiados políticos o de índole económico, sino de grupos de personas organizadas y de mafias dedicadas a la inmigración ilegal que con su actuación generan grandes problemas a los operadores portuarios, tanto consignatarias como terminales; a los propios trabajadores de éstas; a los cargadores y dueños de las mercancías; a la Autoridad Portuaria; en definitiva, a todo el colectivo.

Como señala ACBE, la actuación de estos grupos de polizones no sólo provoca importantes pérdidas económicas por los daños causados en bienes y mercancías; costes de devoluciones y sanciones; retrasos en la operativa portuaria; días de navegación perdidos, o costes extraordinarios en seguridad y vigilancia de las instalaciones.

“Lo que es más importante - subraya ACBE-, es el “elevado riesgo de accidentes personales derivados de la circulación de estas personas por unos recintos en los que opera maquinaria de grandes dimensiones y con una elevada peligrosidad”. “La enorme dimensión de este problema de orden público  requiere de la intervención de las Fuerzas de Seguridad ya que existe una necesidad de protección crítica”, dice ACBE, que añade que los operadores privados se sienten “incapaces” de contener la entrada de estos jóvenes.

 

Cambio legal

A pesar de la actuación de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Portuaria, y del trabajo  de la Autoridad Portuaria de Bilbao, “en contacto permanente” con los operadores portuarios, ACBE sitúa la posible resolución del problema  en el ámbito legislativo y judicial, ya que mientras la intrusión en el recinto portuario sea considerado una simple falta administrativa y no un delito, “seguirá habiendo sensación de impunidad entre los polizones”, ya que son devueltos a la puerta, en muchos casos sin ni siquiera posibilidad de identificación.

Por ello, ACBE reclama soluciones efectivas y una mayor coordinación entre las Administraciones para lograr que se tipifique de forma más severa el acceso irregular a un recinto portuario,  y conseguir así detener el efecto llamada que la situación actual produce entre el colectivo de jóvenes albaneses.

A este respecto, ACBE percibe diferencias de criterio por parte de las instancias judiciales de Bilbao y Santander al abordar este problema, lo que habría provocado una disminución en el número de polizones que intentan acceder ilegalmente a Reino Unido desde el puerto cántabro y, al contrario, un incremento en Bilbao. “Si no pueden hacerlo por un puerto, lo intentan por el otro”, señala ACBE.

 

Extensión del problema

Con ser importante, la de las pérdidas económicas no es la parte del problema que más preocupa al colectivo de consignatarios y estibadoras asociadas a ACBE. La seguridad de las personas cobra una dimensión vital en un problema que se ha ido agravando hasta el punto de poner en riesgo la integridad física no sólo de los propios polizones sino también de los trabajadores de las terminales y de las tripulaciones de buques.

“Se ha detectado la presencia de intrusos armados y que incluso han intentado subir a los barcos trepando por las estachas”, alerta ACBE, que dice que las entradas irregulares de estos jóvenes albaneses, “perfectamente  organizados” se producen prácticamente “a diario”. Asimismo, su “modus operandi” también está cambiando. Los intentos no sólo se producen ocultos en los contenedores, vagones de ferrocarril o  vehículos que van a ser embarcados. Se han detectado polizones ocultos incluso en secciones de torres eólicas, lo que obliga a inspeccionar prácticamente cada pieza a embarcar, con los consiguientes costes en tiempo y dinero, y de afección a la cadena de suministro.

Por otra parte, se han detectado también polizones en buques cuyo destino no era Reino Unido, sino otros como México, Canadá o Unidos. “Queremos tener un puerto seguro y garantizar la integridad  de las personas y las mercancías. Es necesario resolver  este problema cuanto antes”, resume ACBE.