El puerto de Algeciras ya no es que tenga una conexión ferroviaria precaria con el resto de la Península. Desde el pasado 21 de octubre, Algeciras por tener no tiene ni conexión, suspendida por un accidente que va a tardar aún tres meses en resolverse y que multiplica el grave déficit competitivo que tiene el que es el primer enclave español por volumen de tráfico portuario.
Mañana mismo se cumplen 60 días desde que el pasado 21 de octubre la línea ferroviaria Bobadilla-Algeciras se viera especialmente afectada por las inclemencias meteorológicas en el trayecto Bobadilla-Campillos-Almargen, en la provincia de Málaga.
A lo largo de unos 27 kilómetros, la acumulación de agua de las riadas provocó importantes desperfectos, si bien, dentro de la gravedad de los daños producidos hay que destacar sin duda lo sucedido en el pk 3/100, tras la crecida y desbordamiento del denominado Arroyo de las Tinajas.
En este punto, una gran avenida de agua destruyó el terraplén sobre el que se asentaba la vía, produciéndose un colapso del mismo y quedando la vía completamente en banda, es decir, colgando en el aire sin apoyo alguno, lo que de inmediato provocó el cierre de la línea y que desde ese día no se puedan operar trenes con origen y destino el puerto de Algeciras. Lo más grave es que va a llevar meses el restablecimiento del tráfico.
Según fuentes de Adif a las que ha tenido acceso este Diario, si bien ya han transcurrido dos meses desde el accidente, aún van a transcurrir otros tres meses más hasta que puedan circular otra vez trenes.
Ahora mismo los equipos de mantenimiento de Adif están intensificando los trabajos para restablecer el servicio ferroviario, trabajos que se han visto dificultados, según el Administrador, por el hecho de que “los equipos se vieron obligados a realizar los reconocimientos previos a pie, dada la imposibilidad de hacerlos por carreteras o caminos, ya que se encontraban igualmente impracticables”.
Con todo, Adif subraya que desde el mismo 22 de octubre se están realizando diversos trabajos dentro del trayecto Bobadilla-Almargen a lo largo de los citados 27 km de la línea Bobadilla-Algeciras, consistentes en su mayor parte en el desmontaje de vías, retirada de balasto, saneamiento y limpieza de la plataforma incluyendo cunetas y obras de drenaje, reconstrucciones de plataforma, montajes de vía, construcción de castilletes, depuraciones de balasto y desguarnecidos.
En cualquier caso, la clave está en el punto en el que quedó la vía colgando, donde Adif ha anunciado que, una vez realizados los trabajos previos de topografía y acondicionamiento de la zona, se ha tomado la decisión de iniciar la construcción de un puente que salve el terraplén más la correspondiente obra de drenaje transversal afectada por el desbordamiento del Arroyo de las Tinajas.
Las obras para la construcción del puente ya se han iniciado y, según Adif, a día de hoy se ha demolido ya la obra de drenaje anterior y se ha efectuado el desvío del arroyo. En estos momentos lo que se está acometiendo son los trabajos de cimentación del puente previsto.
Hablamos de un puente que tendrá unos 85 metros de longitud y que constará de tres vanos de luces entre apoyos de 25+35+25 metros con una altura máxima de pila de 17 metros, afirma Adif.
Hay que destacar que fuera de este punto también se está trabajando de forma intensa en el entorno de la estación de Campillos, en la que ya se ha desmontado toda la superestructura de vía, excepto las vías 1 y 2 en la zona de andenes, y se está adecuando la plataforma para volver a reinstalar la superestructura de vía.
De manera complementaria, se está trabajando fuera de estos 27 km de mayor afectación, entre las estaciones de La Indiana y Arriate, también en la provincia de Málaga, para mejorar las condiciones de la vía y eliminar diversas limitaciones de velocidad existentes a 50 km/h.
Ahora mismo Adif estima que el puente, cuya estructura será metálica, puede necesitar alrededor de 3 meses para la construcción, por lo que de cara a su finalización “estaríamos en los inicios de la próxima primavera”, afirma el administrador, quien ha subrayado a este Diario que “hay que tener en cuenta que la necesidad de construir un nuevo viaducto para salvar el Arroyo de las Tinajas y reponer toda la traza afectada implica una importante inversión de tiempo”.
Como quiera que “llueve sobre mojado” en el tema del ferrocarril de Algeciras, el que el primer puerto de España por volumen de tráfico no vaya a volver a tener tren como mínimo hasta comienzos de la próxima primavera causa una profunda indignación en la comunidad logística del Campo Gibraltar, dado, además, que el puerto de Algeciras está en plena expansión de los tráficos más necesitados de conectividad por tren.
Por un lado, y pese a tener la etiqueta de puerto de transbordo, Algeciras se está revelando ya como un puerto de indudable peso para el tráfico import-export de contenedores. Hasta octubre, el tráfico import-export en Algeciras se ha incrementado más de un 50% con un total de 469.277 TEUs, amenazando de cara al cierre del ejercicio el tercer puesto de Bilbao en el ránking de este tipo de tráfico.
Por otro lado, rozará las 300.000 unidades de tráfico ro-ro en la línea con Tánger Med al cierre de 2018, un 6% más que en 2017 y el doble que en 2010, reivindicándose la importancia del tren para dar salida y entrada eficiente a este tráfico.
Por tanto, el reto no es sólo recuperar la línea, sino dotarla de la competitividad suficiente para no frenar el potencial ferroviario de Algeciras.