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MARÍTIMO · Port de Barcelona ha adjudicado la concesión de un espacio para la compañía de amarre y desamarre

Amarres de Barcelona construirá su nueva base operativa en el Muelle de Lepanto

  • Última actualización
    28 julio 2025 05:20

Amarres de Barcelona, la empresa especializada en el servicio de amarre y desamarre de buques, contará por primera vez con una sede propia, diseñada a medida, en el Muelle de Lepanto, en el Port de Barcelona, después de obtener la concesión por parte de la Autoridad Portuaria.

BARCELONA. La Autoridad Portuaria de Barcelona, en su Consejo de Administración del mes de julio, aprobó la concesión a Amarres de Barcelona, S.L. de un espacio de más de 4.500 metros cuadrados y una superficie de lámina de agua de 2.800 metros cuadrados, para la construcción de su base operativa.

Amarres de Barcelona da un paso clave en su evolución con la obtención de una concesión de la Autoridad Portuaria de Barcelona para construir su primera base operativa propia. La instalación, que se ubicará en el Muelle de Lepanto, en el centro neurálgico del enclave portuario, supondrá una transformación profunda en su capacidad operativa, marcando un antes y un después en la trayectoria de la compañía de servicios marítimos.

Con este nuevo espacio, Amarres de Barcelona podrá centralizar su operativa y ganar eficiencia en un entorno estratégico, adaptado específicamente a las necesidades del servicio portuario que presta de forma ininterrumpida durante más de 50 años.

“Es un hito ilusionante el hecho de tener un edificio propio en el Port de Barcelona”

“Es un hito ilusionante el hecho de tener un edificio propio en el Port de Barcelona, donde poder diseñar sus espacios y estar presentes en un muelle”, afirma Ana Conesa, comercial manager de Amarres de Barcelona. Y es que la elección del Muelle de Lepanto no es casual. “Está muy al centro del Port, es perfecto para nosotros”, subraya, en referencia a la proximidad de esta ubicación a las zonas de mayor actividad portuaria.

La nueva base incluirá una pequeña dársena, lo que permitirá ampliar el espacio disponible para embarcaciones. Esta lámina de agua facilitará una respuesta más rápida y eficiente del equipo de amarradores, reforzando así la calidad del servicio que la empresa ofrece a la comunidad portuaria.

Más sostenibles

Además del salto cualitativo en la operativa, la compañía aprovechará la construcción de la nueva sede para avanzar en su estrategia de sostenibilidad. “Trabajaremos para ser más sostenibles, y nuestra intención es instalar placas solares para abastecer a nuestra flota eléctrica, que actualmente está en cinco vehículos”, señala Conesa. La flota eléctrica representa una apuesta firme por una movilidad más limpia en el entorno portuario, y la intención de la empresa es seguir ampliándola “siempre que sea posible”.

La empresa instalará placas solares para abastecer a su propia flota eléctrica

El nuevo espacio también abre la puerta a replantear los sistemas de movilidad internos. “Estamos estudiando nuevas maneras de movilidad para adaptarnos a este nuevo espacio”, explica Conesa, en línea con el espíritu de modernización que impulsa esta etapa.

Durante el periodo de obras, la compañía trasladará temporalmente su operativa a una sede provisional, un esfuerzo que el equipo asume con entusiasmo ante la perspectiva del cambio estructural que se avecina. “Pese a ello, afrontamos este proceso con ilusión, conscientes del salto cualitativo que representará esta nueva infraestructura”, subrayan desde la dirección.

Amarres de Barcelona ha destacado el apoyo recibido por parte de la Autoridad Portuaria de Barcelona y ha agradecido la implicación de toda su plantilla. Esta nueva base no solo refuerza la posición de la empresa dentro del Port, sino que también la sitúa como un referente de eficiencia, sostenibilidad y adaptación a los nuevos retos del entorno marítimo-portuario.