Desde la patronal de la estiba se han constatado “ingentes aumentos del coste de la electricidad que alcanzan en algunos casos hasta el 800%, así como un crecimiento del precio del gasoil de entre un 100% y un 150% en un año”.
Cabe señalar que la subida de estos costes puede ser desigual entre las terminales portuarias en función de la fuente de energía utilizada para poder operar. Así, en el caso de las terminales de contenedores semiautomáticas, la electricidad es la fuente de uso mayoritaria mientras que, en las terminales convencionales, el gasoil es el combustible que más se utiliza.
En cualquier caso, “el impacto del precio de la energía condiciona el futuro del sector y merma considerablemente la competitividad de las empresas y los puertos”, han apuntado desde ANESCO, que ha indicado que la situación se ha visto agravada por la guerra de Rusia contra Ucrania que “ha situado los precios de la luz y los combustibles a precios desorbitados”.