APM Terminals Barcelona mantiene su apuesta por la automatización de la terminal en la nueva propuesta de inversión que la compañía ha presentado a la Autoridad Portuaria de Barcelona en el proceso de demanda de ampliación del plazo de concesión.
Tras la amplia información publicada ayer por Diario del Puerto sobre la nueva propuesta de compromiso inversor con respecto a la solicitud inicial, fuentes de APMT señalaron ayer a este medio que “el avance tecnológico de la terminal en cualquier caso es exigible para poder alcanzar la extensión de plazo dentro del marco legal aplicable”, si bien “las automatizaciones no tienen por qué ser necesariamente totales”.
La solicitud de ampliación del plazo concesional se enmarca en la disposición transitorio décima con la que se reformó la Ley de Puertos en materia de ampliación de plazos concesionales. En su día y de acuerdo con los plazos fijados por la legislación, la por entonces Terminal de Contenidors de BCN (TBC) solicitó una ampliación del plazo concesional de un total de 12 años con un compromiso de inversión de 256,31 millones de euros para el “proyecto de automatización integral de la terminal”, según informó en su día Puertos del Estado.
“Efectivamente la propuesta inicial respondía al escenario propio de 2015, pero cinco años más tarde ha tenido que acomodarse a las necesidades de explotación actuales requeridas tanto por el Port de Barcelona como por APMT, sin que ello suponga una renuncia a la implementación del avance tecnológico de la terminal”
Cinco años después, tras los cambios en el mercado y la adquisición de la terminal por parte de APM Terminals, se ha variado la solicitud y el destino de la inversión se concentrará en nueva maquinaria, obra civil e IT. La nueva solicitud de APM Terminals Barcelona es ahora de 9 años y cuenta con una inversión prevista de 170,39 millones de euros entre 2015 y 2037: 139,71 millones en maquinaria, 16,53 en obra civil y medio millón en IT.
Según fuentes de APMT, ”efectivamente la propuesta inicial respondía al escenario propio del 2015. Cinco años más tarde, ha tenido que acomodarse a las necesidades de explotación actuales requeridas tanto por el Port de Barcelona como por APMT, sin que ello suponga una renuncia a la implementación del avance tecnológico de la terminal”, concluyen desde la compañía.