En estos días, la empresa encargada de realizar las obras, está demoliendo las instalaciones del antiguo Puesto de Inspección Fronterizo (PIF), en la explanada del Muelle de Ribera, en cuyo solar se levantará el nuevo edificio policial. El edificio tendrá casi 3.000 metros cuadrados de superficie -distribuidos en dos plantas y semisótano-, con capacidad para asumir el incremento futuro de las plantillas policiales. El edificio tendrá tres compartimentos: uno para la Guardia Civil, otro para la Policía Nacional, y otro para la Policía Portuaria.
El presidente de la APA, Jesús Caicedo, ha resaltado la importancia del nuevo edificio, “ya que dotará a los cuerpos policiales de unas instalaciones más operativas y mejor dotadas, que mejorarán la coordinación y la efectividad”.
Una vez que se construya la nueva sede policial y las fuerzas de seguridad dejen las dependencias que ocupan en la Estación Marítima, el espacio que quede libre se destinará a la creación de un nuevo acceso para los pasajeros, mucho más amplio, por la fachada contigua al parking.