Como se recordará, el edificio de la Aduana fue precintado en el año 2012 por motivos de seguridad. Desde entonces, los servicios de la Agencia Tributaria pasaron a prestarse en las oficinas del Paseo Ribalta. Posteriormente, y en colaboración con la Autoridad Portuaria, se creó un espacio para atender las necesidades de presencia física en el puerto en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF).
Tras las demandas de la comunidad portuaria y del propio Puerto, en marzo de 2018, el por entonces delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, confirmó que la Aduana volvería al puerto de Castellón.
Según la licitación del concurso, los trabajos de reforma de la planta baja del edificio deberán estar finalizados en un plazo de seis meses
Desde ese momento se fueron sucediendo los plazos administrativos requeridos en el concurso público. Así, en el segundo semestre de 2018, el Ayuntamiento de Castellón envió a la Administración Tributaria la licencia de obras para acometer el proyecto; en enero de 2019, la Dirección del Servicio de Gestión Económica de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria sacó a concurso los trabajos; y en septiembre de 2019, la Administración Tributaria se vio obligada a volver a licitar las obras ante la falta de ofertas.
En esta segunda ocasión, el valor estimado del contrato de las obras para la reforma parcial del edificio de la Aduana de Castellón se incrementó alcanzando los 379.426,38 euros de valor (frente a los 297.436,17 euros del primer concurso). Se recibieron 16 ofertas y fue seleccionada la de la empresa Omega Ingenia Obras y Servicios por un valor total de 327.306,05 euros.
Seis meses de obrasSegún el concurso, los trabajos de reforma de la planta baja del edificio deberán estar finalizados en un plazo de seis meses.
Como se explica en la Memoria del proyecto, el edificio fue construido a finales de los años 40 del siglo pasado, está ubicado en el muelle de Costa, frente al Gran Casino, cuenta con 450 metros cuadrados y albergó, en su día, la Aduana Marítima de Castellón y un archivo en la planta baja; la vivienda oficial del Administrador de la Aduana en la planta primera y la unidad de Vigilancia Aduanera en la planta segunda.
Con este proyecto se pretende implantar una oficina administrativa en la totalidad de la planta baja, dejando sin uso el resto de plantas, con la excepción de un espacio en planta primera para albergar la sala de comunicaciones, de ocupación esporádica, y los sistemas de climatización. Un total de 18 personas trabajarán en el edificio de la Aduana.
Los trabajos que se van a realizar en el edificio constarán de tres actuaciones. Por una parte, el refuerzo de la estructura; por otro lado, se sustituirá la cubierta y se impermeabilizarán las terrazas y, finalmente, se instalarán en la planta baja las oficinas de atención al público.
El inmueble tendrá nuevos aseos privados y un aseo público adaptado a la normativa vigente en materia de accesibilidad y la habilitación de una rampa en la puerta principal de acceso.
En el vestíbulo se ubicará el personal de seguridad, en un espacio a doble altura, entre la planta baja y la primera planta, y se habilitará, por motivos de evacuación en caso de incendio, un segundo acceso y salida por la fachada trasera, a través del patio en la fachada trasera o este.