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BMW se une a UECC y GoodShipping para probar los biocombustibles en el transporte marítimo

Tras anunciar su prueba de biocombustible de tres meses, la naviera UECC y el Programa GoodShipping se han unido al fabricante de automóviles BMW Group para continuar probando el biocombustible marino (BFO) en los buques ro-ro de UECC. El primero de los buques es el "Autosky", que escala en el Puerto de Santander. 

  • Última actualización
    12 junio 2020 13:13

BMW se une así a UECC y GoodShipping en una prueba de BFO en el buque "Autosky", de 140 metros de eslora y con capacidad para 2.080 vehículos. Al cubrir la prima de combustible para un volumen de biocombustible correspondiente a la carga de BMW que se transportará en el "Autosky" durante el período de prueba, BMW podrá solicitar reclamar una reducción de emisiones de CO2 del 80% al 90% para estos envíos, lo que supone un total de más de 400 toneladas de carbono

Se trata de un paso significativo para lograr una cadena de suministro de carbono neutral para BMW, y es el objetivo principal del Programa GoodShipping, que permite a los cargadores reducir su huella ambiental.

Escalas en Santander

La participación de BMW Group en el proyecto marca otro paso en el avance del transporte de biocombustibles marinos y vehículos respetuosos con el medioambiente,  y contribuye a permitir la continuación de las entregas de biocombustibles a UECC después del período de prueba.

El primer biocombustible se entregó al "Autosky" el 16 de marzo en el Puerto de Rotterdam. La prueba se completará con operaciones posteriores de reabastecimiento de combustible entre marzo y julio de 2020. El " Autosky" está probando actualmente el BFO en la ruta entre Zeebrugge, Bélgica y Santander.

Huella de carbono

El BFO, basado en aceite de cocina y utilizado para esta prueba fue suministrado por la empresa de biocombustibles GoodFuels. Este biocombustible marino está prácticamente libre de óxido de azufre (SOx) y ofrece una reducción de emisiones de CO2 del 80% al 90%  frente a los equivalentes fósiles. La prueba conjunta demuestra que los medios para reducir la huella de carbono del transporte de mercancías y vehículos en todo el mundo ya existen en el mercado y que los biocombustibles avanzados de segunda generación pueden ampliarse para satisfacer esta demanda.

Con esta escalabilidad, el biocombustible marino permite a los armadores y operadores cumplir con la nueva legislación sobre el contenido de azufre para los combustibles marinos, así como las futuras regulaciones sobre la reducción de carbono para 2030 y 2050.