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Cemesa y Mooring apuestan por una unión en la que la CNMC advierte que ve “riesgos”

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) informó el viernes, a través de un comunicado, que ha acordado analizar “en profundidad” la operación de concentración de las dos empresas de amarre que operan actualmente en el Port de Barcelona, Mooring y Cemesa, un proceso que era vox populi pero que las empresas habían rechazado confirmar en diversas ocasiones.

  • Última actualización
    04 diciembre 2020 16:02

Según informaron el viernes fuentes sindicales a este Diario, “el proceso de fusión entre ambas empresas comenzó a gestarse hace aproximadamente un año y estaba a la espera de la confirmación definitiva por parte de la CNMC”, que por el momento ve “riesgos” para la competencia en la concentración de ambas compañías.

El anuncio de Competencia ha alertado a los trabajadores de las empresas y ha generado dudas entre ellos, aunque aseguran estar “esperanzados” con la fusión, que confían pueda cerrarse “con éxito” y sea “positiva” para ambas partes. “Nos interesa a todos que esta unión salga adelante porque de lo contrario podría haber reestructuraciones entre el personal”, agregaron.

“Nos interesa a todos que esta unión salga adelante porque de lo contrario podría haber reestructuraciones entre el personal”

Por su parte, las empresas declinaron realizar declaraciones al respecto, confirmando únicamente Cemesa que “sí existe un proceso en marcha”.

Sin competencia

Tal y como adelantó diariodelpuerto.com, según la CNMC la operación consiste en la creación de una empresa participada a la que Mooring y Cemesa aportarán sus respectivos negocios de amarre en el Port de Barcelona. Por tanto, “la operación supone la unión de las dos únicas empresas que prestan el servicio de amarre en este puerto”, señalaron desde la CNMC.

En este sentido, la operación analizada afecta al sector de amarre y desamarre en el Port de Barcelona, donde ambas empresas solapan horizontalmente sus actividades, y “dan lugar a un único operador, con el riesgo, entre otros, de un incremento de los precios aplicados a los clientes de este servicio”, detallaron desde la CNMC.

“Ambas empresas solapan horizontalmente sus actividades y dan lugar a un único operador, con el riesgo de un incremento de precios"

Además, la concentración notificada afecta al sector de servicios técnico-náuticos auxiliares y de buceo profesional en el Puerto de Barcelona, en el que Cemesa está activa, según la CNMC. A este respecto, la Comisión advirtió en su comunicado que “pueden producirse efectos nocivos derivados de la venta conjunta o vinculada de servicios de amarre y servicios auxiliares, con el consecuente posible perjuicio para los competidores de la joint venture en la prestación de estos últimos”.

Análisis en segunda fase

Por ello, con el objetivo de analizar en profundidad los riesgos mencionados en los citados mercados como consecuencia de la ejecución de la operación, la CNMC anunció el viernes que va a realizar un análisis “en profundidad” en segunda fase, antes de decidir si aprueba o no la concentración.

De acuerdo con el artículo 58.1 de la Ley de Defensa de la Competencia, una vez iniciada la segunda fase del procedimiento de control de concentraciones, la Dirección de Competencia de la CNMC elaborará una nota sucinta sobre la operación.

“Una vez resueltos sus aspectos confidenciales se publicará y pondrá en conocimiento de los agentes afectados y del Consejo de Consumidores y Usuarios, para la presentación, en su caso, de alegaciones”, concluyeron desde la Comisión Nacional.

"Es necesario un informe positivo de la CNMC para que la presidenta del Port pueda otorgar una licencia a una empresa, para que ésta pueda operar en el puerto"

Desde la Autoridad Portuaria de Barcelona señalaron que "es necesario un informe positivo de la CNMC para que la presidenta del Port pueda otorgar una licencia a una empresa, para que ésta pueda operar en el puerto".

Reciente mediación

Cabe recordar que ambas empresas superaron recientemente sendos conflictos con sus trabajadores, tras el preaviso de huelga indefinida presentado por los sindicatos en noviembre.

Al final se alcanzaron sendos acuerdos de mínimos que firmaron los trabajadores con sus respectivas empresas, en los que se establecía una serie de condiciones “provisionales”, a cambio de desconvocar la huelga.

Los acuerdos alcanzados seguirán siendo válidos mientras dure el estado de alarma, no cese la actividad de las empresas o los volúmenes de tráfico sigan por debajo del 30% de lo habitual.