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Competencia da luz verde a la compra de TFB por parte de Grupo Grimaldi

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado que el Grupo Grimaldi adquiera la Terminal Ferry de Barcelona (TFB), pero con la condición de el grupo naviero italiano renuncie y devuelva a la Autoridad Portuaria de Barcelona una parte actual de su concesión.

BARCELONA. Según un comunicado emitido por el organismo regulador, Grimaldi se compromete igualmente a facilitar el embarque directo desde la pasarela y el finger de su actual terminal a cualquier tercero (competidor) que ocupe la superficie desinvertida, y a prestar servicios de estación marítima si no se construye una nueva en la superficie desinvertida, así como a mantener las condiciones comerciales previas a la operación.

La CNMC informa que esta operación afecta a la gestión de terminales portuarias de carga rodada y pasajeros, afirmando qye se produce “un solapamiento horizontal”, ya que Grimaldi añadirá a la terminal pública que ya gestiona en el Puerto de Barcelona a TFB, también pública. Y es que tras esta aprobación, el grupo naviero italiano pasará a gestionar las dos únicas terminales públicas de carga rodada y pasajeros existentes en el Puerto de Barcelona.

Asimismo esta operación tiene una afectación en el transporte marítimo regular de carga rodada y pasajeros, puesto que Grimaldi presta servicios de transporte marítimo de carga rodada y pasajeros en las líneas entre Barcelona y las Islas Baleares.

Para la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la concentración de las dos únicas terminales públicas de carga rodada y pasajeros del enclave catalán en manos de Grimaldi y la ausencia de una terminal alternativa “otorgaría al grupo el incentivo y la capacidad de subir los precios y cambiar las condiciones de acceso a sus servicios”. En este caso, advierte que la situación podría extenderse al transporte marítimo regular de carga rodada y pasajeros -un mercado verticalmente relacionado- en las líneas entre Barcelona y las Islas Baleares. “Grimaldi podría reforzar su posición, si aplicara a las navieras competidoras que necesitan acceder a esas terminales condiciones menos favorables (horarios, frecuencias o tarifas) que las de sus propios buques”, puntualiza la CNMC en su comunicado.

La CNMC consideró que los compromisos ofrecidos por Grimaldi en primera fase “eran insuficientes para resolver los problemas de competencia”. En el marco del procedimiento, la CNMC recabó el informe preceptivo de la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO) sobre la operación. En segunda fase, Grimaldi propuso nuevos compromisos, que la CNMC consideró apropiados, y centrados en permitir el desarrollo de una nueva terminal de carga rodada y pasajeros en el puerto de Barcelona.

Compromisos aprobados

1.- Renunciar y devolver a la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) una parte de su actual concesión en dicho puerto.
2.- Facilitar el embarque directo desde la pasarela y el finger de su actual terminal a cualquier tercero que ocupe la superficie desinvertida.
3.- Prestar servicios de estación marítima en el caso de que no se construya una nueva estación marítima en la superficie desinvertida.
4.- No participar en el concurso que la APB pueda convocar para concesionar la superficie desinvertida en un futuro.
5.- Mantener las condiciones comerciales a las navieras terceras a las que TFB presta servicios portuarios actualmente, hasta la efectiva entrada de un tercero en la superficie a desinvertir o hasta el quinto aniversario de la Resolución sin que se haya producido dicha entrada. En este último caso, según la CNMC, se evitará que Grimaldi pueda hacer valer su posición en la gestión de terminales en el Puerto de Barcelona para restringir la competencia en el transporte marítimo de pasajeros y carga, en particular entre la Península y Baleares, ya que las navieras competidoras a las que TFB presta servicios actualmente podrán mantener las frecuencias y atraques que utilizaban de forma habitual y los precios acordados antes de la operación.