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ECSA celebra su 60 aniversario analizando los retos del transporte marítimo

  • Última actualización
    12 diciembre 2025 12:53

La Asociación de Navieros de la Comunidad Europea (European Shipowners |ECSA) celebró los días 9 y 10 de diciembre en Bruselas el 60º aniversario de su fundación.

BRUSELAS. Los actos de celebración del 60 aniversario de ECSA comenzaron el día 9 con un cocktail recepción en el Bozar Horta Hall de la capital belga que reunió a navieros, responsables políticos europeos y directivos del sector marítimo.

Al día siguiente tuvo lugar un encuentro en el TownHall Europe con múltiples intervenciones que combinaron una revisión del papel de la asociación en estas seis décadas con un análisis de los retos actuales, desde la competencia internacional hasta la descarbonización y la captación de talento.

La actual presidenta de ECSA, Karin Orsel, abrió la jornada subrayando el peso estratégico de la marina mercante europea, que representa el 35% de la flota mundial y transporta el 76% del comercio exterior de la UE.

Orsel recordó que, durante seis décadas, la asociación ha trabajado para garantizar un marco regulatorio que permita a la flota europea mantener su competitividad global y afrontar desafíos como la incertidumbre geopolítica, la transición energética y las crecientes necesidades de cualificación profesional.

Geopolítica

El primer panel de la jornada se centró en el impacto de la geopolítica en el transporte marítimo. Los ponentes coincidieron en que la creciente inestabilidad internacional exige reforzar la competitividad de la flota europea y asegurar un marco regulatorio alineado con el sistema internacional.

Se destacó la necesidad de simplificar cargas administrativas, avanzar hacia un entorno regulatorio coherente y fortalecer la cooperación entre industria y autoridades. También se abordó la importancia de la seguridad energética y el papel del transporte marítimo como vector esencial para el suministro de combustibles y materias primas.

Emanuele Grimaldi destacó que “se ha señalado que Europa controla en torno al 35 por ciento de la flota mundial, pero hace pocos años esta proporción era del 40 por ciento”. Este descenso evidencia que Europa ya está perdiendo competitividad frente a otras regiones, y subraya la urgencia de adoptar medidas que refuercen la posición internacional del sector marítimo europeo.

Descarbonización

El segundo panel analizó los avances y obstáculos de la descarbonización del transporte marítimo. Los participantes subrayaron que la transición hacia combustibles limpios requiere un marco regulatorio estable y alineado con la OMI, así como un uso efectivo de los ingresos del régimen europeo de comercio de emisiones (EU ETS).

También destacaron la necesidad de fomentar la producción de combustibles alternativos en Europa y la cooperación con otros sectores, como la aviación, que comparte retos similares en materia de combustibles sostenibles.

Asimismo, varios ponentes expresaron cierto escepticismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo en la OMI en 2026, advirtiendo de que este escenario podría retrasar la convergencia regulatoria internacional y aumentar el riesgo de fragmentación normativa.

Este contexto, señalaron, refuerza la importancia de que la Unión Europea mantenga su enfoque coordinado con el marco global y garantice que sus políticas no socaven la competitividad del transporte marítimo europeo.

Dimensión laboral y formativa

El tercer bloque del evento abordó la dimensión laboral y formativa del transporte marítimo. Los expertos alertaron sobre la creciente escasez de profesionales cualificados y la necesidad de mejorar la atractividad del sector, hacerlo más diverso y reforzar la capacitación para cubrir nuevas competencias tecnológicas y medioambientales. Esta cuestión se plantea como una prioridad para la competitividad del conjunto del clúster marítimo europeo.

La jornada concluyó con un panel formado por expresidentes de ECSA, en el que se repasaron los principales desafíos de la asociación a lo largo de su historia y se destacó la importancia de que el sector europeo hable con una sola voz para defender sus intereses en un mercado global en rápida transformación. Todos coincidieron en que garantizar un entorno competitivo, seguro y sostenido por políticas claras será esencial para afrontar los próximos 60 años.