Finalmente, la tensión del tiro, combinada con la pleamar y las grandes olas que en ese momento llegaban a la costa permitió culminar con éxito la operativa llevada a cabo por la compañía holandesa Smit Salvage, contratada por el armador del buque, y la empresa gallega Ardentia Marine.
El “Blue Star”, que fue trasladado a continuación al puerto exterior de Ferrol para su inspección, pesaba unas 100 toneladas menos que cuando encalló, ya que se le retiró combustible para facilitar las tareas.