Menú
Suscripción

“El coronavirus ha borrado de un plumazo o ha pospuesto muchos planes y proyectos”

El Puerto de Bilbao se enfrenta como el resto de nodos estratégicos del país a una nueva realidad marcada por el estado de alarma ante la pandemia de la COVID-19, sus limitaciones y exigencias. Para conocer el día a día de esta entidad y cómo se está desarrollando la actividad portuaria, este Diario se entrevista con el presidente de la Autoridad Portuaria, Ricardo Barkala.

  • Última actualización
    30 marzo 2020 16:20

 ¿Cómo es su actividad diaria? ¿Está trabajando desde la oficina o en casa? ¿Cómo se compagina la vida personal y profesional en esta situación?

Hasta el pasado martes, la mesa de crisis que hemos constituido, formada por ocho personas de la entidad, nos reuníamos todas las mañanas en las oficinas centrales de la Autoridad Portuaria, pero ahora lo hacemos por videoconferencia. En la medida de lo posible, salvo reuniones o situaciones en las que se necesite estar físicamente con empresas portuarias u otras entidades, todos intentamos contactar y poder realizar trabajo no presencial. No obstante, me suelo trasladar en ocasiones a las instalaciones portuarias, al objeto de tener una visión en primera persona de la situación. 

La intensidad del trabajo del día a día es, si cabe, aún mayor que la de antes de esta crisis inesperada e insólita para todos e, incluso, distinta en las formas. A la ya compleja gestión de un enclave de estas características, se suman las dificultades que genera esta situación de pandemia. Ello hace que tengamos que quitar aún más tiempo a la familia y, por supuesto, estando en casa el teléfono sigue sonando, y los informes, documentos y peticiones de apoyo y de información no cesan; al contrario, se incrementan. 

Por otra parte, aparece la tensión que produce esta situación en las personas que desarrollan su actividad en los distintos ámbitos de nuestra comunidad portuaria y, sobre todo, en las que su rol exige trabajo presencial. Esta tensión, obviamente, se traslada a las familias. Es complicado. 

En mi caso, como en el de otros muchos trabajadores y trabajadoras, la familia entiende perfectamente lo que en estos momentos representa el hecho de mantener la actividad en el puerto, y eso siempre ayuda. Esperemos recuperar cuanto antes ese contacto familiar tan necesario, y que, a veces, tan poco valoramos en el día a día. En definitiva, con muchas ganas de poder abrazar y besar a los míos, sobre todo a mi nieto, y también a mis hijas y a mi Ama. 

 

¿En qué ha cambiado su día profesionalmente hablando?

La agenda, toda la programación e incluso la planificación a futuro han quedado en papel mojado, y el día a día ha cambiado radicalmente. El coronavirus ha borrado de un plumazo o ha pospuesto muchos planes y proyectos, y nos ha obligado a trabajar en varios frentes, nos hemos visto abocados a adecuarnos a la nueva situación y no ha sido fácil. Hemos tenido que reaccionar rápidamente, empezando por nuestros propios profesionales. 

La primera semana del confinamiento, sobre todo, ha sido la más intensa para reorganizar el trabajo adecuándolo a las nuevas circunstancias y, sobre todo, buscando lo mejor para nuestros empleados y empleadas y para nuestros clientes, tanto desde el aspecto de la salud como del laboral.

Todos los días, hacemos una evaluación y análisis de la situación, tomando las decisiones oportunas, y esto lo hacemos desde varias perspectivas: prevención, protección, recursos humanos, operativa, facturación, situación económico-financiera, administración y normativa. Todas esas áreas están representadas en la mesa de crisis que se reúne todos los días sobre las 10h. después de tomarle el pulso al día y actualizar los datos. Si en un escenario de normalidad, la actividad portuaria genera situaciones diferentes cada momento, imagínense en esta situación. Decisiones, tramitaciones o acciones, que normalmente serían sencillas, a veces se hacen complicadas en estas circunstancias.

En estas reuniones tras analizar la situación de cada área y tomar las decisiones que consideramos oportunas, seguimos trabajando, con reuniones en persona o a distancia, preferentemente, con los distintos colectivos, intentando echar una mano en todo lo que podemos, y atendiendo a los diferentes medios, por supuesto, porque en estos momentos una veraz y completa información es básica.

¿Cuándo cree que vamos a salir de esta crisis sanitaria?Va a costar, no va a ser fácil salir de esta crisis sanitaria hasta ahora desconocida y mucho menos remontar. De momento, nos centramos en el hoy porque es lo único que tenemos, pero ojalá que sea pronto y con el menor número de bajas personales, que es lo más duro y triste de la actual situación. Entiendo que la salida de la crisis sanitaria será de forma paulatina y progresiva, hasta llegar a la normalidad de la que disfrutábamos hace unos meses. Después tocará gestionar las dramáticas consecuencias y la resaca que nos dejará la crisis sanitaria.

¿Qué medidas generales se han implementado en la Autoridad Portuaria de Bilbao?

Además de las iniciativas propias impulsadas por nuestros equipos, hemos recibido numerosas recomendaciones e instrucciones, tanto por parte de la Administración Central, como del Gobierno Vasco que hemos implementado. Básicamente, son iniciativas y medidas relativas, en primer lugar, a cuidar la salud de las personas y, a continuación, a mantener la mejor calidad de servicio posible, al objeto de facilitar la actividad económica y garantizar el suministro a nuestra ciudadanía y a nuestras empresas.

También se han adoptado medidas relativas a la operativa portuaria, tanto de las labores del colectivo que habitualmente trabaja en nuestras instalaciones, como de los barcos que llegan a nuestros muelles.

 

Y las medidas particulares, ¿cuáles han sido?

El primer paquete de medidas, lógicamente, estuvo orientado a salvaguardar la salud de nuestros profesionales, tanto los de la propia Autoridad Portuaria, como los de los servicios esenciales y de las empresas que operan en nuestro enclave. En este sentido, lanzamos un ambicioso y completo Plan de Contingencia, que nos ha permitido, además de tomar decisiones concretas en nuestra plantilla, hacer recomendaciones al conjunto de la Comunidad Portuaria y asesorarles en todo lo que necesiten, durante las 24 horas del día.

De nuestra actual plantilla de 267 empleados, el 87% está desarrollando su actividad laboral desde sus hogares. Solamente 35 personas trabajan de forma presencial y no siempre a jornada completa. También se han intensificado las labores de desinfección, se han suspendido las visitas al puerto y los cursos de formación presenciales; la asistencia a los viajes, ferias o congresos; se están implantando reuniones por videoconferencia y nuevos cursos de formación online; y se prohíbe la entrada a las oficinas de todas las personas ajenas a la Autoridad Portuaria y se atiende por teléfono o vía email.

Se respeta, por supuesto, la totalidad de los derechos laborales y salariales de los profesionales, y se ha aprobado anticipos de nómina hasta 6.000 euros para aquellos trabajadores que por su situación familiar y personal puedan necesitarlo.

¿Cómo se va a salir de esta crisis?A pesar del esfuerzo por mantener la actividad empresarial, ésta presumiblemente irá languideciendo, y obviamente la cadena logística lo irá notando. Mantener todo lo que se pueda la actividad económica y evitar el cierre de empresas es, sin duda, uno de los objetivos, que nos permitirá regresar cuanto antes a la “normalidad”. Obviamente el tiempo que dure esta crisis se antoja también fundamental. Va a ser duro y nos pasará factura.Toca prepararse para el “día después” y toca tomar decisiones que nos permitan estar en las mejores condiciones posibles para ser capaces de sumar en la recuperación del País. Hemos salido de otras y saldremos de ésta con toda seguridad. Los que estén en marcha y no hayan parado, son los que antes asomarán la cabeza. Espero y deseo que aprendamos lecciones para un futuro mejor.

¿Cuál es su principal preocupación como máximo representante de una infraestructura estratégica como es el Puerto de Bilbao?

En primer lugar, y como no puede ser de otra manera, la salud de nuestros y nuestras profesionales. Tanto de los de nuestra plantilla como los del conjunto de nuestra Comunidad Portuaria. Esa es sin duda mi máxima preocupación. Implementar todas las medidas de prevención que estén en nuestras manos, y protegedles al máximo. 

La siguiente preocupación es seguir manteniendo nuestros servicios esenciales, y que la totalidad de la actividad portuaria se siga desarrollando al mejor ritmo posible, al objeto de seguir abasteciendo a nuestra industria y ciudadanía. 

Y un tercer ámbito de preocupaciones vinculadas al “día después”. Trabajamos en la identificación de los asuntos que en estas circunstancias entendemos son mejorables. Tenemos que rehacer toda nuestra planificación, y debemos orientar nuestras decisiones hacia mejorar nuestros procesos y servicios fundamentales, aprovechando para eliminar aquellos que no suman. Dicho de una manera coloquial: “eliminando grasa”.

Pensando en la Comunidad PortuariaDesde la Autoridad Portuaria de Bilbao se está ayudando a la Comunidad Portuaria con medidas como:

1. Se ha trasladado el plan de contingenciade la APB a las empresas, indicando las medidas recomendadas y llevadas a cabo.

2. Se ha incrementado la intensidad y la frecuencia de desinfección y limpiezade las zonas públicas del entorno portuario.

3. “Al contar con un reconocido y valorado servicio médico propio, ante cualquier indicio de enfermedad que pueda presentar un empleado/da, se ha aprobado un protocolo de actuación y se ha habilitado un teléfono de contacto interno, exclusivamente para esta alarma sanitaria, abierto las 24 horas. Este servicio, está habilitado para la totalidad del personal que trabaja dentro del recinto portuario. Asimismo, nuestro teléfono de centralita funciona en horario de mañana y nuestro personal las atiende de igual modo, en este caso mañana y tarde, por email o a través del móvil”, detalla el presidente del Puerto.

4. Medidas de carácter económico financierodirigidas a las empresas ubicadas en el Puerto de Bilbao y a los proveedores:

            - Retraso hasta el límite legal permitido la facturación de las tasas de ocupación y de actividad, así como las liquidaciones mensuales de las tasas de ocupación y de actividad. 

            - Flexibilidad ante posibles incumplimientos de la actividad mínima comprometida en los títulos concesionales atribuibles a la crisis del Covid-19. 

            - Se adelantará el pago de las facturas al mismo día de su aprobación, sin esperar al vencimiento del plazo de 30 días.

“Retrasando el cobro a los clientes concesionarios y adelantando el pago a proveedores, la Autoridad Portuaria pretende ayudar a las empresas del puerto ante posibles tensiones de tesorería o liquidez que pudieran afrontar por los efectos negativos del coronavirus”, explica Ricardo Barkala, “por otra parte, estamos trabajando con Puertos del Estado posibles medidas orientadas a ayudar a nuestras empresas, y también con la Diputación Foral de Bizkaia”.

El Puerto de Bilbao, operativo y comprometido ante la situación excepcional del coronavirus. Que todo esto sirva para “mejorar” e “impulsar los modelos de puertos del futuro”En su opinión, ¿cómo está funcionando la APB? ¿Qué queda por mejorar?

Quiero destacar el compromiso y profesionalidad de todo nuestro personal, tanto los que están de manera presencial como los que siguen dando “el callo” desde casa. Han tenido una actitud proactiva y muy positiva. Nos hemos adaptado a las actuales circunstancias y somos conscientes de que habrá nuevos cambios y medidas que tendremos que volver a aceptar con flexibilidad y agilidad. Ciertamente hemos funcionado con una nota alta, a pesar de las circunstancias.

También quisiera destacar el compromiso, profesionalidad e implicación de los profesionales de los servicios esenciales del Puerto. Prácticos, amarradores, remolcadores, Marpol y estiba están dando una verdadera demostración de compromiso con su puerto. Sin ellos, nada sería posible.

En cuanto a posibles ámbitos de mejora y a bote pronto, diría que debemos reforzar y utilizar con mayor intensidad y fluidez el uso de las herramientas telemáticas, así como desarrollar más y mejorar el trabajo en equipo y por proyectos. Estaba en nuestra planificación y habíamos dado pasos, pero esta crisis debe servirnos para dar un impulso importante a esta iniciativa. No he tenido tiempo aún de profundizar en todas las cuestiones, pero es seguro que tras la crisis deben cambiar muchas cosas. Si era evidente que las gestiones y formas de funcionar de los Puertos se tenían que modificar de forma importante, esta situación espero que nos ayude a mejorar aún más y a impulsar modelos de puertos del futuro.