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“El éxito de la ACEP es su unidad y su trabajo en equipo durante 40 años"

Sebastián Pla lleva presidiendo la Asociación de Consignatarios de Buques y Empresas Portuarias de Castellón (ACEP) desde su fundación en 1981. En estos 40 años, el puerto se ha transformado, un cambio que ha corrido paralelo a la evolución de la patronal.

  • Última actualización
    12 noviembre 2021 16:20

19 de enero de 1981. Cinco empresas del puerto de Castellón firman el acta de constitución de la Asociación de Consignatarios de Buques y Empresas Portuarias de Castellón (ACEP), con una masa social compuesta de las 16 mercantiles que en ese momento desarrollaban su actividad en el puerto. Ese mismo día se entrega ese acta y los estatutos de la asociación en la Delegación Provincial de Trabajo, momento en el que empieza de forma oficial la andadura de la organización empresarial.

SebastiánPla será elegido 48 horas después como presidente de la asociación, un cargo que ha venido desempeñando desde entonces de manera ininterrumpida. En una entrevista con Diario del Puerto, Pla hace un balance “muy positivo”de estos 40 años, un tiempo en el que “hemos respondido con una única voz a todos los retos que han tenido las empresas del puerto”.

A pesar de todos los cambios que ha experimentado el negocio marítimo en las últimas cuatro décadas, Pla reconoce que “el ámbito de actuación sigue siendo el mismo, que es el puerto”. Desde 1981, el camino recorrido por la ACEP ha discurrido paralelo al de la dársena de El Grao, “teniendo que acoplarnos en multitud de ocasiones a los cambios normativos”.

El presidente de la asociación pone en valor las relaciones que ha mantenido la ACEP con otras organizaciones patronal de mayor influencia y calado: “Ahora mismo, estar en ASECOB, y pertenecer a la CEV y, por extensión, a la CEOE, nos ha hecho estar fuertemente representados en momentos importantes donde se ha podido oír nuestra voz y escuchar nuestras reivindicaciones”.

Esa evolución también se ha traducido en cambios internos. La ACEP acometió una importante modificación en sus estatutos para  disgregar la actividad consignataria y estibadora. “Cada actividad cuenta con su propia asamblea. Esta descentralización ha sido muy positiva. Cada sector funciona de manera independiente, pero formando parte de un todo”, asevera.

Sebastián Pla echa la vista atrás y reconoce que el camino ha sido intenso, muchas veces crítico. Por eso, no esconde que estos podrían ser sus últimos meses como presidente: “En 2022 están previstas unas nuevas elecciones, y seguramente habrá relevo”.

A pesar de todo, SebastiánPla cree que a la ACEP le queda mucho que aportar . Y es que el secreto de la asociación ha sido siempre que ha trabajado con una sola voz: “Nuestro éxito ha sido nuestra unidad y nuestro trabajo en equipo durante 40 años.Esa unidad nos ha hecho más fuertes”.

Pasión por el Puerto de CastellónDurante toda la entrevista, Sebastián Pla no disimula los lazos que le unen al puerto de Castellón, no solo profesionales, sino también afectivos. Tampoco le hace falta. Se conoce de memoria todo el recinto, al igual que sus fortalezas y los retos a los que debe hacer frente para consolidar su posición entre el top ten de todo el sistema portuario nacional.Habla de la diversificación de los tráficos como un éxito, y del potencial de la Dársena Sur, “que ha multiplicado por cuatro nuestras posibilidades y competitividad”. Pone a toda la zona logística anexa al puerto como una de las grandes bazas que PortCastelló deberá jugar en un futuro no muy lejano para seguir creciendo, y tiene puesta mucha fe en la próxima Estación Intermodal, algo que “nos conectará con los grandes corredores ferroviarios”. Y no esconde que el puerto debe buscar complementarse con el aeropuerto, una “infraestructura que ya ha dejado claro su potencial logístico”.Sin embargo, por su experiencia y por todo el bagaje que atesora, sabe de los retos a los que deberá hacer frente el puerto para mantener ese liderazgo. Y el primero y más importante no corresponde tanto al puerto como a la administración en general. Su presencia en los órganos directos de la CEV y su relación con el mundo empresarial no sólo de Castellón sino de toda la Comunitat Valenciana y de España le ha otorgado una visión más panorámica. “Una de nuestras grandes reivindicaciones es la de acabar con las trabas burocráticas que alargan los proyectos y les restan atractivo”, asegura. Por eso, “apoyamos el PlanAgiliza”, y anima a ir más allá, al hablar de silencio administrativo positivo y de Declaración Personal”.Tras esta reclamación, vuelve a poner el foco en el puerto, que es el medio en el que mejor se desenvuelve, y en todo lo que le queda por hacer. Para el presidente de la ACEP, “es fundamental que el área logística cercana al puerto, el desarrollo de la Dársena Sur y lograr esa capilaridad con el resto de la red ferroviaria vayan de la mano, creen sinergias y podamos tener esa gran oportunidad para mantener al puerto de Castellón en el lugar en el que está ahora y en el que se merece”.

Puntos de inflexión1982. Las huelgas de la estiba con motivo de la reconversión de los antiguos sindicatos verticales supone el primer momento crítico de la ACEP. “Gracias a nuestro trabajo coordinado con la Asociación Naviera Valenciana, pudimos afrontar con éxito este gran reto”, asegura el presidente de la patronal.1993. La crisis económica en España deja más de 3,5 millones de parados y una impronta negativa en la actividad portuaria. “La devaluación que sufrió la peseta el 13 de mayo nos afectó a todos los que trabajamos en mercados exteriores”.2000-2002. El cambio de la peseta al euro “supuso un cambio muy importante para las empresas del puerto de Castellón, ya que debimos acoplarnos a esa nueva situación”, tal y como recuerda Pla.2008. La crisis financiera internacional se tradujo en grandes pérdidas de actividad portuaria en todo el mundo, una recesión “de la que nos recuperamos poco a poco y que se mantuvo durante años”, asevera.2020. Tras dos años como 2018 y 2019 que Sebastián Pla tacha como “muy buenos”, estalla la crisis sanitaria de la COVID-19. A pesar de la bajada de las dificultades, “mantuvimos nuestro servicio y el puerto de Castellón no se paró ni un solo día”.