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El grupo naviero Alimia bautiza a uno de sus nuevos buques con el nombre de “Santander”

El grupo naviero Alimia, integrado a nivel internacional y con capital español (Germán Suárez Investments) y griego (A.C. Laskaridis) ha bautizado con el nombre de “Santabnder” a un nuevo bulk carrier entregado al grupo este mismo año.

SANTANDER. “Como propietarios de Astander, y dada la importante efeméride del astillero en 2022, que cumple 150 años, hemos querido honrar de esta forma a las personas que trabajan en la empresa, al Puerto de Santander y a la región de Cantabria”, ha explicado Germán Carlos Suárez, presidente de Astander, así como del astillero canario Astican, del panameño Astibal y de Germán Suárez Investments. Para ello, se ha entregado este viernes un cuadro conmemorativo y una placa al presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Francisco Martín.

Martín ha agradecido este gesto y ha felicitado al astillero por su 150 aniversario “que coincide, además, con el del Puerto de Santander”. El máximo responsable de la principal infraestructura cántabra ha destacado “las sinergias que se han producido desde sus orígenes entre ambas empresas y el beneficio que esta unión ha supuesto para Cantabria”.

“Santander”

“Santander” es un buque tipo “panamax” para transporte internacional de materias primas con una capacidad de carga de 63.500 toneladas de registro bruto. Este barco, junto a otros 12 buques nuevos más, ya navegan o se entregarán en los próximos meses, y todos constituyen la actual flota del Grupo Alimia, que se caracteriza por la modernidad de su flota, que cumple con las últimas y exigentes regulaciones medioambientales del sector marítimo internacional, y que posee una capacidad de carga acumulada en torno al millón de toneladas del registro bruto.

El grupo naviero, que posee también grandes astilleros en el Puerto de Las Palmas (Astican) y en el Canal de Panamá (Astibal), además de otras actividades portuarias fuera de Europa, bautizará en 2023 con el nombre de “Balboa”, en honor a Astibal, un nuevo buque; en 2022 hizo lo mismo con el primer barco de la nueva flota, “Las Palmas”, para ensalzar la labor que realizan los trabajadores del astillero canario, su puerto y su ciudad pero, sobre todo, para destacar la labor del antiguo accionista de Alimia a la par que presidente de Astican (1989-2019) y de Astander (1999-2019), Germán Suárez, quien siempre apostó por el crecimiento de la actividad económica desde el Puerto de Las Palmas.

Astander, 150 años de historia

El grupo Alimia quiere celebrar también con el nombramiento del bulk carrier “Santander” los 150 años de historia de Astander (1872-2022), buque insignia del sector naval cántabro y cuya historia se remonta a los Reales Astilleros de Guarnizo (XVI-XVIII), lugar donde la Armada Española construía y reparaba sus buques gracias a la población especializada, a los numerosos robles de sus bosques y a la cercanía de la Fábrica de Cañones de La Cavada, convirtiéndose en uno de los centros más importantes de la construcción naval a nivel mundial en ese periodo.

Ilustres personas como Gaztañeta, Gautier y Jorge Juan contribuyen a este desarrollo. Hecho importante es que, dada la gran población que se establece en esta zona, se crea el municipio de El Astillero, que este año celebra su 250 aniversario.

Con la creación de los arsenales y la aparición del barco a vapor, el Astillero de Guarnizo entre en declive hasta que en 1872 Bernardo Lavín se aprovecha del aumento del negocio de la industria metálica y del crecimiento del Puerto de Santander, y se establece a escasos metros de lo que fue el Astillero de Guarnizo con la primera actividad industrial organizada bajo una empresa que posteriormente acabó denominándose Astander.

Evolución histórica

Desde entonces, hasta nuestros días, han pasado distintos propietarios por el astillero, como Casimiro Tijero (1923-1948), el Banco Santander (1948-1965) o la Sociedad Española de Construcción Naval (1965-1999), momentos en las que se construyeron las principales instalaciones y diques. Tras el “boom” de la construcción naval se sucede el declive y crisis del sector, que se escenifica con el cierre de astilleros por toda Europa.

En 1999, el astillero es adquirido por sus propietarios actuales, logrando en pocos años volver a ser un referente en la reparación y transformación de buques, pero no exento nunca del enorme y constante esfuerzo financiero que se requiere para poder ser sostenible a largo plazo en un sector tremendamente maduro y volátil, como es el de las reparaciones navales.

Grandes proyectos aparecen en el astillero, que vuelve a retomar una actividad que se deja sentir indirectamente en la región por el gran número de trabajadores. En esta última etapa se han acometido importantes inversiones de modernización y ampliación de las instalaciones en diques, muelles y talleres, y se han implantado procesos productivos más sostenibles en el plano medioambiental, siendo pioneros en España en el tratamiento de superficies con agua a presión. Además, Astander se ha convertido en referencia mundial en la adaptación de los buques a las nuevas reglamentaciones internacionales con la instalación de filtros de gases de escape, las plantas de tratamiento de aguas de lastre y la instalación de vela para reducir consumo.