Las vigas cantil son unas piezas de hormigón armado, construidas "in situ", que cierran el extremo superior externo del muelle. Sus objetivos son servir de cierre a las explanadas, conseguir la correcta alineación del muelle, permitir el anclaje de defensas, bolardos, escaleras, etc. y soportar los carriles para las grúas cuando esté prevista la instalación (no es el caso del Moll de Balears).
En esta viga se instalarán bolardos de 200 toneladas de capacidad necesarios para el amarre de cruceros. El Moll de Balears estará preparado para recibir a los cruceros más grandes del mundo, y éstos tienen un francobordo (la distancia entre la borda y la línea de flotación) muy alto, lo que genera efecto vela.
El muelle exterior irá equipado con defensas escudo blancas, estas defensas se instalan para poder recibir barcos muy grandes y blancos para que no manchen los cruceros. Mientras que el muelle interior irá con defensas cilíndricas tradicionales.
El cantil se equipará también con escaleras para boteros y para el rescate de personas en el agua, también habrá anillas para amarrar barreras de contención de derrames y por las maniobras de diferentes embarcaciones de servicio.
Balears, un muelle completamente asentado
La actividad en el muelle de Balears no cesa, durante las últimas semanas se han retirado las precargas que había encima del muelle. El objetivo ha sido asentar la explanada adyacente al muelle con el propio peso del material extraído del fondo marino.
Esta intervención se realizó con parte del material que se extrajo del fondo marino con la Draga Zhen He. El asentamiento del Moll se ha realizado con diferentes herramientas de precisión topográfica para poder verificar el proceso y se ha extraído el material para poder continuar con las otras tareas de construcción como nivelar o el asfaltado.
Preparado para el futuroEsta nueva infraestructura aumentará la capacidad para recibir más visitantes y en mejores condiciones, con una línea de atraque total de 700 metros, ya que, en 240 de estos 460 metros de longitud, se podrá atracar en ambos lados y se añade la zona del Dic de Llevant.
Con todo se ha llegado a doblar el número de cruceros que podrán atracar simultáneamente y, también, acoger los cruceros más grandes del mundo.
El Port de Tarragona ha ideado este muelle como un muelle multipropósito, de esta manera podrá recibir diferentes tipos de tráficos portuarios ahora y en el futuro.
Actualmente, la prioridad es destinarlo a la actividad crucerística y se espera que entre en funcionamiento a mediados de este mismo año. La nueva infraestructura tendrá una vida operativa muy larga y su diseño -en su caso- permitirá reconvertir su funcionamiento hacia servicios para sólidos a granel y otros tipos de mercancías.