BARCELONA. El proyecto piloto ha sido implementado y será operado por la empresa Pendel Mobility, spinoff de Bax & Company, en estrecha colaboración con los responsables de Innovación del Port de Barcelona, y ha contado con la compañía francesa EasyMile como proveedora de tecnología
La ruta, que tiene una longitud de 1,9 km entre el aparcamiento situado en el muelle Sant Bertran y el World Trade Center Barcelona, pasa por un área frecuentada por todo tipo de vehículos que incluye, además de las dos paradas, cuatro semáforos y dos rotondas e intersecciones sin prioridad. A diferencia de otros pilotos, este recorrido permite la interacción con otros tipos de transporte, desde camiones pesados hasta peatones y ciclistas, ofreciendo un entorno realista en el que testar este tipo de vehículo.
Aunque el autobús funciona de forma autónoma, un operador de seguridad estará siempre presente a bordo durante la prueba piloto para interaccionar con los pasajeros y tomar el control en caso de emergencia.
El presidente del Port de Barcelona ha manifestado que “la prueba piloto se enmarca en el Plan de Innovación del Port, que prevé que la infraestructura se convierta en el sandbox, el campo de pruebas, para proyectos que incorporen soluciones disruptivas a los retos que plantea el ecosistema logístico-portuario”.
“El caso del autobús autónomo es especialmente relevante para nosotros porque conecta uno de los seis ámbitos de actuación del modelo Smart Port, la movilidad de personas y mercancías, con un proyecto tecnológico de movilidad eléctrica y autónoma”, ha afirmado.
Sebastiaan van Herk ha explicado que “este proyecto, que se hace realidad después de un año de preparación, permitirá verificar el modelo empresarial de Pendel Mobility y facilitará el despliegue de la próxima generación de vehículos autónomos en España, Europa y más allá”.
Van Herk ha valorado especialmente la labor realizada conjuntamente por Port y Pendel a la hora de abordar los procesos y la complejidad de desplegar un vehículo autónomo por primera vez y que incluye retos como las autorizaciones legales o la planificación financiera y operativa, entre otros. “Ahora estamos deseando observar y analizar cómo los pasajeros reaccionan a la tecnología. Esperamos poder seguir colaborando con el Port de Barcelona para continuar probando y desplegando esta tecnología en el futuro”, ha añadido el responsable de Bax & Company.
Mercè Rius ha valorado “muy positivamente este tipo de innovación, que no se hace en un entorno restringido y, por tanto, es el paso previo para tener vehículos autónomos eléctricos en circulación”.