El Propeller Club de Castellón ha mostrado su rotunda disconformidad con el aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a PortCastelló y a las empresas instaladas dentro del recinto portuario, contemplado en la modificación de las ordenanzas fiscales por parte del Ayuntamiento de Castellón, anunciadas recientemente por las autoridades municipales.
En este sentido, la Junta Directiva del Propeller Club de Castellón, en palabras de su presidente, Carlos Vicedo, señala que “este impuesto agrava la actividad portuaria y, consecuentemente, a las empresas exportadoras e importadoras que operan por el Puerto de Castellón, frente a otros puertos donde sus autoridades municipales no han incrementado este impuesto e incluso, lo han reducido”. Esta subida supone “un aumento de la presión fiscal a las empresas, de las que directamente depende la creación de empleo y su continuidad, resultando en una pérdida de competitividad de nuestra economía frente a otros competidores en el peor momento de la crisis por la pandemia, ya que subir los impuestos que soportan las empresas no puede ser siempre la solución, en vez de buscar otra serie de medidas, como puede ser la contención del gasto público o la optimización de recursos”, ha añadido.
A este respecto, cabe resaltar que el Propeller Club de Castellón lleva muchos años reclamando a las autoridades municipales de Castellón la rebaja del IBI, durante los distintos mandatos y alcaldías de Alberto Fabra, Alfonso Bataller y Amparo Marco, a quienes se les ha trasladado el nivel de competencia que existe en comercio exterior entre territorios especialmente en el tráfico portuario, y la resta de competitividad por la aplicación de un impuesto, máxime cuando los servicios por los que se tributa no se prestan dentro del recinto portuario, sino que los atiende directamente la Autoridad Portuaria de Castellón.
En opinión del Propeller Club de Castellón, los efectos adversos de la crisis provocada por el Covid-19 se verán multiplicados por el aumento de la carga fiscal, lo que se traducirá en menores niveles de competitividad, mayor ralentización de la actividad y pérdida de atractivo para inversores. Por todo ello, y con el objetivo de contrarrestar los efectos de la crisis y de fomentar la actividad económica y la generación de empleo, el Propeller de Castellón reclama a los estamentos municipales y provinciales a que contribuyan a la competitividad de las empresas, bajando los impuestos, en vez de agravar su actividad, generadora de empleo y de crecimiento económico para toda la provincia de Castellón y zona de hinterland.
Con esta subida del IBI a PortCastelló y a las empresas instaladas en el mismo, el Ayuntamiento de Castellón, muestra un gran desconocimiento del papel estratégico que juega. Sin su apoyo y con la aplicación de políticas únicamente de incremento impositivo contribuye directamente a la desviación de tráficos a puertos vecinos, y a la tan temida reducción de actividad.