Una vez la empresa propietaria de la embarcación detectó el incendio en el barco, alertó a Ports de la Generalitat y al teléfono de emergencias 112 de Catalunya. A partir de aquí, se puso en marcha el plan de llamadas del Plan de Autoprotección (PAU) y se iniciaron las tareas asignadas al equipo de primera intervención de Ports de la Generalitat y el Club Náutico, entre ellas extender barreras absorbentes alrededor de la embarcación afectada.